Cuando un país pretende entrar en la modernidad abandonando el oscurantismo medieval, siempre hay quienes pretenden evitar esa liberación haciendo uso de cualquiera de los medios a su alcance.
Este es el caso de Turquía bajo el férreo puño de Erdogán. Un gobernante elegido mediante mecanismos democráticos pero que ha hecho gala de unas formas de administrar los medios del Estado de manera totalitaria y claramente antipopular, lo cual lo sitúa claramente al margen de la ley.
Sus formas no han estado en ningún momento dentro del estilo de cualquiera de los dirigentes de corte civilizado. Aparte de su oposición frontal a Israel, que debería haber sido el ejemplo a seguir en el camino turco hacia la modernidad, han sido muchas las actuaciones que entran dentro de la calificación de genocidio que ha llevado a cabo contra el pueblo kurdo.
Hoy, al más puro estilo chavista, ha llamado a sus seguidores. Lo que mis compañeros de blog denominaban con acierto "la Turquía profunda"... lo más atrasado, lo más condicionado por el terrorismo islámico que juega a su favor, al de Erdogán, lo menos culto. Gente quue no puede quedar en su pueblo o aldea, porque eso denotaría su no apoyo a la línea islamista del gobierno, con funestas consecuencias para ellos y sus familias.
La cultura, la modernidad, el pueblo libre y abierto al mundo, esos no están con el primer ministro. La Nueva Turquía ha despertado hace ya mucho, y ha visto claramente en las acciones de este sujeto laa amenaza del retorno a la barbarie, y no sólo con el problema de la demolición del parque, esa ha sido la gota que ha colmado el vaso. A nadie le gusta ver cómo su gobierno defiende a capa y espada a asesinos y terroristas, tampoco ven bien el permanente desprecio a Israel que realmente es la única sociedad civil que disfruta de las bondades de un sistema político sustentado en la legalidad democrática.
Hoy Turquía resiste la embestida de unos cuerpos de represión que amparándose en una falsa legalidad institucional han causado cinco muertos (conocidos) y una abrumadora infinidad de heridos. Un gobierno que no sólo detiene y encarcela a periodistas y opositores políticos, sino que también represalia a médicos que ejerciendo la sagrada función a la que les obliga su profesión prestan ayuda humanitaria a las víctimas de la locura de ese dictador.
Existe una tácita reprobación contra Erdogán por parte de la Unión Europea. Pero no se da una condena firme y con consecuencias políticas inmediatas que proteja al pueblo turco del salvajismo de un presidente que pretende desandar una Historia de cincuenta años en aras del islamismo más caduco. Un presidente que sabe que cuenta con el apoyo de todos los elementos integristas turcos que verían con ojos de alegría el hundimiento social y la dominación y domesticación de las clases urbanas, única vía realmente existente hacia el progreso civil turco.
Mañana se inicia una huelga general impulsada por los sindicatos mayoritarios turcos. Lo cual pondrá contra las cuerdas a un nuevo sector social del país... ¿Descabezará también el primer ministro al movimiento sindical turco? Eso desequilibraría el status quo laboral en el país, lo cual llevará a un empeoramiento de las condiciones laborales y sociales en el país, con el consiguiente beneficio del factor islamista que descansa en el descontento de las capas más desfavorecidas: si estas crecen, es su feudo particular
Decía hace pocos días que no creía que en Turquía pudiese producirse un movimiento en la línea de la falsamente llamada "primavera árabe". Sigo con esa idea. Pero la imagen que empieza a aflorar con más fuerza en mi mente es la que ya apuntaba entonces, imágenes tremendas acaecidas en Latinoamérica en los años 70. Pero con la connivencia de algunos sectores políticos europeos que son capaces de condicionar la respuesta política de la Unión. Esos mismos que en privado declaran con descaro que Pinochet fue doloroso, pero necesario para Chile. Esos mismos que amparan laa brutalidad de regímenes asesinos como el iraní (¿qué fue de su "primavera árabe" del 2009?) o el carnicero de Damasco.
Creo que para que el pueblo árabe pueda vislumbrar su liberación no es necesario que despierten y que se levanten contra sus gobernantes. Lo que es imprescindible es que sea Europa la que cambie y deje de disculpar a los criminales y dar palio a asesinos democráticamente elegidos. Aunque Estados Unidos siga "en el guindo" bajo la batuta del primer presidente que ha conseguido lo impensable, que es que su poderosa nación se convierta en el hazmerreír de todos sus enemigos. Y que además está ocupando de manera ilegal el despacho oval, ya que cuando un presidente comete un delito, debe abandonar su puesto. Cosa que ni ha hecho ni piensa hacer... lo de abandonarlo, digo, porque el delito de escuchas ilegales a adversarios políticos sí que lo ha hecho. Amén de amparar dentro del suelo americano a enemigos de su nación, Estados Unidos es el lugar donde mayor libertad disfrutan los elementos integristas para llevar a cabo sus tareas de organización y coordinación estratégica, aparte de Irán.
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