Los sabores son el vehículo que utiliza Ana Bensadón para trasmitir el rico legado de la cultura sefardí. Con sus mejores platos, acaba de publicar «Recetas endiamantadas» (Nagrela Editores), cuyo prefacio ha sido escrito por Elena Arzak.
-El libro se lo dedica a sus nietos. ¿Qué receta suya les gusta más?
-Este libro se lo he dedicado a mis nietos, porque ellos, así como su generación, son los garantes de dar continuidad a este bonito legado cultural, cocinando con cariño estas recetas de familia, así haciendo perdurar la tradición. ..
Soy muy afortunada de tener una familia numerosa y con
nietos de diferentes edades. Siempre disfrutan en casa con diferentes
platos; los hay que prefieren los pastelitos de patata y carne, unos la
gallina rellena, y otros se vuelven locos con las salchichas en vino
blanco.
Los que no viven en España añoran más mi comida y cuando les voy a ver están deseosos de probar la cocina sefardí de la abuela.
-Dicen
que la cocina es un viaje a los sabores de la infancia que permanece en
la memoria, ¿cuáles son los sabores de la suya que recuerda con mas
fuerza?
-Por supuesto que los sabores que más recuerdo son los de casa de mi madre y los de mi abuela.
El despliegue de ensaladitas que ponían en la mesa del viernes por la
noche, la adafina que se cocinaba en el horno público, cerrada
herméticamente. Cuando sacaban las patatas y los huevos junto con la
carne, y los garbanzos recuerdo el olor que se expandía por toda la
casa. Olor inconfundible.
Esas patatas doradas, en su punto de cocción… y qué decir de las albóndigas de pescado…
Ejemplo paternal
Portada de «Recetas endiamantadas»
-¿Qué importancia tiene para usted preservar la cultura sefardí?
-En cada tiempo, los judíos hemos sabido aportar el mensaje
de nuestra identidad celosamente conservada. Intentamos mantener la
fidelidad a nuestras tradiciones a los recuerdos, y sabores que
mantendrán unidas las nuevas generaciones, a la mesa familiar. Estamos
orgullosos de lo que hemos heredado y hacemos todo lo posible para perpetuarlo.
-El libro cuenta con un prefacio de Elena Arzak. ¿Cómo surge esa colaboración? ¿Qué valoración hace de ella?
-Juan Mari Arzak (Genio, Maestro y Talento vasco sin igual de la cocina internacional con 3 Estrellas Michelín desde hace muchísimos años) escribió el prefacio de mi primer libro,
y me surgió la idea de pedírselo a Elena, ya que veía reflejada en ella
la misma trayectoria de legado cultural que pretende transmitir mi
libro. Ella, como bien dice, es un nuevo peldaño en la tradición
familiar y en su propia casa siguió con el ejemplo paternal.
Es una mujer muy emprendedora, gran profesional y además son gran amigos míos
-El
título es «Recetas endiamantadas (es decir, muy buenas). ¿Cómo hace la
selección de las que se incluyen en el libro? ¿Ha dejado alguna fuera
con pena?
-La selección no fue tan fácil. Muchas recetas se quedaron
en el tintero. O bien por complicadas, o bien por haber omitido todas
las recetas de berenjena, plato tan extendido en la cocina sefardí
mediterránea, plato tan utilizado por sefardíes de Turquía, de Grecia…Y
también recetas de algunos chuetas de Mallorca o algunos de los marranos
de Belmonte (Portugal). Eso lo dejaremos para un próximo libro…