MALAS NOTICIAS PARA LOS VALENCIANOS
Todos ustedes, apreciados lectores, conocen la gran
vinculación de una buena parte de los componentes de nuestro blog con la
Comunidad Valenciana, en España.
Por ello doy voz a un hecho no relacionado directamente con
Am Israel, con la Diáspora ni con las personas que sin ser judíos aportamos
nuestra dedicación a defender el derecho inalienable del Pueblo de Israel a
vivir en la tierra de sus ancestros, tierra que les fue entregada por el Eterno
(B”H) para sus generaciones.
Hoy, 29 de Noviembre de 2013, es una fecha luctuosa para
todos nosotros. Hoy, tras meses de intensa confrontación y de intentos de
negociación entre la plantilla de trabajadores y la Generalitat Valenciana, hoy
es cuando por medio de una ley dictada por un sector que en las urnas se
apropió de la voz de un pueblo se intenta proceder al cierre de la televisión
autonómica CANAL 9 (Radio Televisión Valenciana).
Y digo “se intenta” de manera consciente. Porque es leonina
la resistencia de esos trabajadores a ese cierre que la mala gestión política
ha hecho “necesario”. Y entrecomillo “necesario”
porque tras veinte años de gestión exclusivamente tutelada, dirigida y
condicionada por el Partido Popular en Valencia existe un agujero financiero de
cuya responsabilidad no se puede culpar a unos empleados cuyo trabajo ha sido
condicionado, censurado, tergiversado, y muchos de los cuales han sido
depurados o condenados al ostracismo por no seguir los dictados de la dirección
política del gobierno de la Generalitat.
Al contrario; de dicho agujero financiero hay que
responsabilizar exclusivamente a quienes han llevado el timón de esta empresa
pública. Quienes han manipulado informaciones, quienes han obligado a la
contratación de personas de ínfima calidad profesional y disparatados e
injustificados sueldos. Quienes han obligado a cesar años atrás la producción
propia de programas para encargarlos a mayor coste a empresas externas, sin
duda empresas de amiguetes y conocidos que a costa de injustificables costes
(en algunos casos multiplicados por diez) han contribuido a aumentar la deuda
del ente público hasta cantidades exorbitadas.
Hoy la voz del pueblo valenciano, liberada de la mordaza
política y amnistiada por el sentir popular
de todas aquellas mentiras y falsedades que se vio obligada a entonar,
hoy esa voz se debate en contra del mismo terrorismo de Estado que arrasa
cuanto desea en el nombre de una discutible representación de la voz del
pueblo.
Son algo pasadas las doce de la mañana. Veo en la pantalla
de mi televisor un pasillo repleto de trabajadores ante los que se posiciona
tal vez una decena de policías nacionales obligados (y tal vez no dispuestos
moralmente) a hacer cumplir una decisión arbitraria, partidista e irresponsable
de un gobierno que en muchas de sus actuaciones resulta sencillamente
dictatorial. Y que espero que sepa enfrentarse a las consecuencias políticas y
muy posiblemente penales que esta decisión y su gestión a lo largo de estos
años debería suponerles.
El mismo gobierno, la misma gente, a la que le repugnan los
comercios que huelan a judío en su territorio, como bien nos hicieron ver con
la persecución sistemática y encarnizada a la que sometieron nuestra tienda en
Valencia, Kosher Tov.
Son casi las doce y veinte de la mañana. Quedan pocos
minutos, si acaso segundos…
La Historia sigue…