Este verano, tras un agotador curso, que ha sido ya el último en mi etapa académica española, decidí que era el momento de aterrizar en la realidad, dejando mi fantasioso y dorado mundo, guardado en mi interior; por ello, decidí voluntarizarme durante un mes en la sección de oncología infantil, de uno de los mejores hospitales de Israel, el hospital Rambam, en Haifa.
Esta experiencia me esta ayudando a crecer como persona, en valores, en alegría; aquí estoy empezando a poner las cosas en perspectiva, aprendiendo a valorar los pequeños detalles que me brinda el día a día y los grandes regalos que tenemos y de otra forma no apreciaríamos.
Estoy aprendiendo en que cuando creemos estar en el límite, es el momento en que podemos atravesar nuestras barreras y que cuando estamos a punto de desfallecer, es entonces cuando podemos ver todo nuestro potencial. Es a través de los ojos de esos niños que están pasando por una de las pruebas más fuertes en su vida de donde debemos aprender a valorar lo que tenemos, dando gracias cada día por esas maravillosas sorpresas que nos regalan...
Relatando poco a poco mis experiencias,
Hanna desde Israel
Esta experiencia me esta ayudando a crecer como persona, en valores, en alegría; aquí estoy empezando a poner las cosas en perspectiva, aprendiendo a valorar los pequeños detalles que me brinda el día a día y los grandes regalos que tenemos y de otra forma no apreciaríamos.
Estoy aprendiendo en que cuando creemos estar en el límite, es el momento en que podemos atravesar nuestras barreras y que cuando estamos a punto de desfallecer, es entonces cuando podemos ver todo nuestro potencial. Es a través de los ojos de esos niños que están pasando por una de las pruebas más fuertes en su vida de donde debemos aprender a valorar lo que tenemos, dando gracias cada día por esas maravillosas sorpresas que nos regalan...
Relatando poco a poco mis experiencias,
Hanna desde Israel