La policía de Kiev busca a un hombre que robó, con gran violencia, al responsable de seguridad que llevaba 50.000 $ en la región de Tcherkassy . El dinero estaba destinado a los judíos pobres que peregrinan a la tumba del zadik Rabbí Nachaman , para auxiliarles en sus necesidades.
Rabi Najman contó una interesante parábola para explicar sobre el poder de sus libros:
"El hijo de un rey estaba tan enfermo que los doctores
perdieron esperanza de que pudiera recuperarse. Un médico muy sabio vino
a la corte y le explicó al rey que verdaderamente no había casi ninguna
probabilidad de recuperación para el príncipe, pero que quedaba un
único remedio que podría intentar como último recurso. "Aunque,
honestamente, no sé si valdrá la pena decírselo, pues dudo mucho que el
rey esté dispuesto a hacerlo", explicó el doctor.
El rey insistió en que haría cualquier cosa por curar a su hijo.
"Su hijo está demasiado enfermo y no puede tragar". Le
advirtió el doctor. "Exite una droga específica que cuesta varios miles
de monedas de oro por cada botella. Si usted desea que su hijo se
mejore, hay que verter sobre él toneles de esta preciosa medicina, y
aunque la mayor parte de ella se va a desperdiciar, algo entrará en su
boca, de manera que poco a poco se va a fortalecer, hasta que podrá
recuperarse".
El rey dio la orden a sus sirvientes de seguir las instrucciones del doctor. Efectivamente, el príncipe se recuperó.
Nuestras almas están tan enfermas que el Tzadik
se ve obligado a verter valiosas medicinas sobre nosotros, con la
esperanza de que algo entre en nuestras almas y nos proporcione una
recuperación espiritual.
Nuestra generación sufre de enfermedades del alma:
depresión, tristeza, etc. El Tzadik, es el fiel doctor, que tiene que
"derramar", por así decirlo, de su preciosa sabiduría que es su Torá
sobre nosotros, con el fin de que aunque parezca que se pierde toda,
algunas gotas de su Torá van a entrar en nuestros corazones y en
nuestras almas, y van a producir un efecto de recuperación completa
física y espiritual.
(Tomado de "Likutey Moharán", su sabiduría y sus libros, 60:5).
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