Tal como reveló la encuesta realizada por la Liga Anti-Difamación (ADL, por sus siglas en inglés) a principios de este mes, el antisemitismo es un fenómeno mundial.
Y mientras que un enfoque sobre el antisemitismo ha surgido en Europa y en el Medio Oriente, por lo menos un grupo de judíos en Guatemala fueron lo suficientemente valientes como para hablar de su situación en su país.
Más de treinta judíos fueron expulsados de San Juan La Laguna, un municipio del departamento de Sololá, que se encuentra a orillas del Lago de Atitlán, conocido como “el más bello del mundo”. Según informaron, la decisión antisemita surge de una petición expresa de los lugareños.
"Queríamos un lugar limpio, tranquilo y acogedor para que nuestros niños se conviertan en adultos", declaró Misael Santos, un converso al judaísmo de San Juan La Laguna, al medio Prensa Libre a principios de esta semana.
Sin embargo, eso no está sucediendo hasta el momento: durante unos seis meses, la comunidad ha sido objeto de abusos verbales y físicos, como resultado del antisemitismo.
Santos y otra familia judía se trasladaron a Guatemala desde la Ciudad de México hace unos seis años. Pero los problemas realmente comenzaron después de que puso en funcionamiento una sinagoga, y acercó turistas judíos al corazón de Guatemala. "Hace unos siete meses, unos visitantes llegaron para celebrar el Año Nuevo judío aquí. Una familia mexicana permaneció durante cinco meses. Fueron sólo dos familias en total, pero luego un funcionario público comenzó a mostrar señales de descontento con la gente de aquí."
"Éramos sólo dos familias, pero querían que nos vayamos", agregó y, como si hiciera falta, sostuvo que no estaban “haciendo nada malo - sólo ejercicio de nuestra libertad de religión"-
Desde entonces, ha corrido la voz acerca de los judíos en San Juan La Laguna, a partir de un torrente de abusos.
"Me pongo en su lugar y tal vez ellos tienen razón para sentir miedo, porque antes éramos dos familias y ahora hay diez. Y al vernos con nuestro vestido tradicional, que es de color negro, puede causar miedo", admitió Santos, tratando de comprender lo sucedido, pero consideró que “alguien debe estar dirigiendo esto, porque alguien imprimió volantes con información falsa sobre el judaísmo y judíos, y lo puso debajo de las puertas de todos".
Después de que las preocupaciones sobre los turistas aumentaron, el alcalde ordenó un registro judío, que elaborará un listado de habitantes de la comunidad. La medida fue supuestamente para mantener la nota del turismo en la ciudad pequeña, pero la comunidad judía está alerta al respecto.
El abuso se ha transformado en incitación a la violencia antisemita en cuestión de semanas.
"Ellos cargaron fotos de Adolf Hitler a un sitio web acerca de los judíos de la ciudad, diciendo que nos van a poner en hornos crematorios”, contó Santos, y agregó: "Hace quince días, un grupo de adolescentes que ha leído la página web se acercó a nosotros y comenzó a lanzarnos piedras", aseveró Santos, dejando en claro el tinte nazi de los ataques.
Además, relató que un policía más tarde se unió al ataque, junto con varios adultos. Santos y otros, finalmente, lograron llamar a la Policía Nacional Civil, pero que sólo empeoró las cosas. "Al día siguiente, el sitio se llenó de insultos antisemitas y cuadros horribles. Varios de nosotros queríamos huir de aquella noche, porque nos enteramos de que se habló de la preparación de un linchamiento", narró.
Menos de 24 horas más tarde, varios niños comenzaron a apedrear a un grupo de mujeres en la comunidad judía, al grito de "Tú mataste a Jesús". Entonces uno de ellos a arrojó un artefacto explosivo amateur.
Representantes de la comunidad exigieron inmediatamente una reunión urgente con el alcalde después de los incidentes - pero la situación se agravó.
"Nos pidieron que nos fuéramos de la ciudad porque decían que secuestramos a los niños, y luego agregaron leña al fuego diciendo que la ciudad iba a ser invadida por los judíos", contó Santos, quien fue testigo de la reunión, donde una señora “presentó 300 supuestas firmas, pidiéndonos que abandonemos el pueblo".
El alcalde de San Juan La Laguna, Rodolfo López , dijo a Prensa Libre que la orden de desalojo es 100 % justificada. Él ha dado a la comunidad judía de 45 días para salir.
"La gente ha estado esperando desde hace un mes y medio para que puedan salir de la ciudad. Esta es la voluntad del pueblo. Un alcalde es sólo el árbitro", afirmó, desligándose de su responsabilidad de combatir el antisemitismo.
"Todo el mundo puede denunciar lo que quiere y no es mi trabajo determinar si es verdad o no", agregó, justificando que no puede prohibir a nadie a visitar el pueblo, siempre y cuando cumplan con la legislación guatemalteca. Pero opinó, simplemente, que los judíos van en contra de "las costumbres locales”. "Si voy a Estados Unidos, debo adoptar las maneras del ‘gringo’", concluyó, de manera peyorativa. |
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