Esto es lo que los de siempre pretenden destruir. Pero bueno... ¡No lo van a conseguir!
Escondida entre impresionantes montañas, a medio camino entre Las Vegas y una isla griega, y con acceso directo a la impresionante Petra, se encuentra Eilat, la pequeña y bulliciosa capital del mar Rojo. Poco conocida entre el turismo europeo, esta ciudad de no más de 50.000 habitantes atrae cada año a un importante número de turistas locales que encuentran aquí su particular oasis de fiesta y playa. Además, sus cálidas temperaturas a lo largo de todo el año y tener uno de los arrecifes de coral más importantes del mundo, han convertido a Eilat en una de las zonas de buceo más atractivas de todo Oriente Medio.
A poco más de cinco horas en autobús desde Jerusalén (en un viaje que incluye espectaculares vistas del desierto israelí y ¡wifi!) y a solo media hora en avión desde Tel Aviv, Eilat se encuentra en el punto más al sur de Israel. Rodeada por la cadena montañosa del mismo nombre (Montes Eilat), la urbe se asienta sobre un valle que se abre al mar Rojo y que está franqueado por la ciudad jordana de Aqba y el desierto egipcio del Sinaí. Debido a su inmejorable localización, esta urbe actúa como frontera con Petra, en Jordania, teniendo el paso fronterizo más sencillo y barato, a solo unos cuantos kilómetros del centro de la ciudad. En ese sentido, se pueden hacer excursiones de 24 horas organizadas desde Israel o ir por libre y coger un taxi al cruzar el paso fronterizo de Rabin Border Crosser. El precio para acceder a Petra es de tan sólo 20 euros –en el resto de puestos fronterizos con Jordania hay que pagar visado, algo así como 80 euros–, a los que habrá que sumar el transporte, la comida y presumiblemente un guía.
De vuelta en Eilat, se puede optar bien por pasar una jornada en alguna de sus playas o dejarse llevar por alguna de las muchas atracciones que ofrece la ciudad. Si se decide por la primera opción, North Beach o Coral Beach son dos de las mejores. North Beach se encuentra en pleno centro de la ciudad y dispone de unas impresionantes vistas a los Montes Eilat, es perfecta si se quiere disfrutar de las comodidades que supone tener más de una veintena de hoteles a sus espaldas. Al más puro estilo de Las Vegas, la oferta hotelera es dispar e interesante. No solo por su volumen, sino por su arquitectura, que mezcla la estética de la ciudad de los casinos y de una isla mediterránea. Muy al contrario de la zona de Coral Beach, protegida como espacio natural y casa del único arrecife de coral del que dispone Israel. De playas cristalinas, en donde se puede disfrutar de una importante variedad de fauna acuática, este arenal es también el epicentro de los deportes de agua de toda la zona. De hecho, Coral Beach es famoso por ser uno de los mejores sitios del mundo para el buceo. Especialmente atractivo durante la temporada de invierno, las temperaturas rondan los 20 grados los 12 meses del año, se pueden hacer cursos de uno o varios días, dependiendo del tiempo del que se disponga.
Muy cerca de esta zona, entre la ciudad y los arrecifes de coral, se encuentra también el delfinario de Eilat. Famoso por ser uno de los pioneros en llevar a cabo terapias con delfines para niños con diferentes discapacidades, el Dolphins Reef es parada obligatoria si se pasa por esta urbe israelí. Además de poder disfrutar de la compañía de estos animales, el espectacular centro ofrece una playa privada, restaurantes, spa y hasta la posibilidad de bucear junto a los delfines. Todo ello, en un entorno cuidado hasta lo más mínimo, sin haber perdido la originalidad y el respeto por el medio ambiente. Otra posibilidad, especialmente interesante si se viaja con niños, es acercarse hasta el acuario, a tan solo unos pocos kilómetros del delfinario. Tortugas, tiburones y un curioso centro de avistamiento de peces bajo el mar, dan buena cuenta de la riqueza de la flora y fauna autóctonas
Otro de los lugares indispensables de esta zona es el Parque Timna. A tan solo 27 kilómetros de Eilat, esta colosal reserva es una de las atracciones más importantes del sur de Israel. Casa de algunas especies animales tan interesantes como las gacelas, los lobos o los flamencos, este parque guarda un importante papel histórico al ser aquí donde se fundó la primera mina de cobre del mundo. De hecho, a lo largo de todo el parque se pueden encontrar antiguos pozos mineros, así como hornos de fundición, pertenecientes todos ellos a la época del Antiguo Egipto. Sin embargo, si hay algo por lo que destaca este parque es por su vegetación árida y espectaculares acantilados, que se pueden recorrer a pie o en bicicleta. Además, existe la posibilidad de hacer un tour en jeep o con guía, algo recomendable si no se conoce el terreno. Las mejores horas para hacer una visita es a primera hora de la mañana o a última de la tarde, dado que las horas del mediodía pueden ser excesivamente calurosas
FUENTES: DIARIO EL PAÍS y GOISRAELOFFICIAL (YOUTUBE)
Escondida entre impresionantes montañas, a medio camino entre Las Vegas y una isla griega, y con acceso directo a la impresionante Petra, se encuentra Eilat, la pequeña y bulliciosa capital del mar Rojo. Poco conocida entre el turismo europeo, esta ciudad de no más de 50.000 habitantes atrae cada año a un importante número de turistas locales que encuentran aquí su particular oasis de fiesta y playa. Además, sus cálidas temperaturas a lo largo de todo el año y tener uno de los arrecifes de coral más importantes del mundo, han convertido a Eilat en una de las zonas de buceo más atractivas de todo Oriente Medio.
A poco más de cinco horas en autobús desde Jerusalén (en un viaje que incluye espectaculares vistas del desierto israelí y ¡wifi!) y a solo media hora en avión desde Tel Aviv, Eilat se encuentra en el punto más al sur de Israel. Rodeada por la cadena montañosa del mismo nombre (Montes Eilat), la urbe se asienta sobre un valle que se abre al mar Rojo y que está franqueado por la ciudad jordana de Aqba y el desierto egipcio del Sinaí. Debido a su inmejorable localización, esta urbe actúa como frontera con Petra, en Jordania, teniendo el paso fronterizo más sencillo y barato, a solo unos cuantos kilómetros del centro de la ciudad. En ese sentido, se pueden hacer excursiones de 24 horas organizadas desde Israel o ir por libre y coger un taxi al cruzar el paso fronterizo de Rabin Border Crosser. El precio para acceder a Petra es de tan sólo 20 euros –en el resto de puestos fronterizos con Jordania hay que pagar visado, algo así como 80 euros–, a los que habrá que sumar el transporte, la comida y presumiblemente un guía.
Cómo llegar
A Eilat se puede acceder en coche, autobús o avión. Varias compañías de aviones viajan desde Tel Aviv al aeropuerto de Eilat por alrededor de 280 dólares, ida y vuelta. El autobús es mucho más barato, tarda unas cinco horas desde Jerusalén.Cuándo ir
Debido a las altas temperaturas durante el verano, lo más recomendable es ir durante el resto del año. Eilat es conocido por los locales como las 'Canarias israelíes', lo que dice mucho de su clima cálido los doce meses del año.De vuelta en Eilat, se puede optar bien por pasar una jornada en alguna de sus playas o dejarse llevar por alguna de las muchas atracciones que ofrece la ciudad. Si se decide por la primera opción, North Beach o Coral Beach son dos de las mejores. North Beach se encuentra en pleno centro de la ciudad y dispone de unas impresionantes vistas a los Montes Eilat, es perfecta si se quiere disfrutar de las comodidades que supone tener más de una veintena de hoteles a sus espaldas. Al más puro estilo de Las Vegas, la oferta hotelera es dispar e interesante. No solo por su volumen, sino por su arquitectura, que mezcla la estética de la ciudad de los casinos y de una isla mediterránea. Muy al contrario de la zona de Coral Beach, protegida como espacio natural y casa del único arrecife de coral del que dispone Israel. De playas cristalinas, en donde se puede disfrutar de una importante variedad de fauna acuática, este arenal es también el epicentro de los deportes de agua de toda la zona. De hecho, Coral Beach es famoso por ser uno de los mejores sitios del mundo para el buceo. Especialmente atractivo durante la temporada de invierno, las temperaturas rondan los 20 grados los 12 meses del año, se pueden hacer cursos de uno o varios días, dependiendo del tiempo del que se disponga.
Muy cerca de esta zona, entre la ciudad y los arrecifes de coral, se encuentra también el delfinario de Eilat. Famoso por ser uno de los pioneros en llevar a cabo terapias con delfines para niños con diferentes discapacidades, el Dolphins Reef es parada obligatoria si se pasa por esta urbe israelí. Además de poder disfrutar de la compañía de estos animales, el espectacular centro ofrece una playa privada, restaurantes, spa y hasta la posibilidad de bucear junto a los delfines. Todo ello, en un entorno cuidado hasta lo más mínimo, sin haber perdido la originalidad y el respeto por el medio ambiente. Otra posibilidad, especialmente interesante si se viaja con niños, es acercarse hasta el acuario, a tan solo unos pocos kilómetros del delfinario. Tortugas, tiburones y un curioso centro de avistamiento de peces bajo el mar, dan buena cuenta de la riqueza de la flora y fauna autóctonas
Dónde hospedarse
La oferta hotelera es prácticamente inacabable y para todos los gustos. Un ejemplo de calidad precio es el Hostal A.N.A, situado en el centro de la ciudad y que ofrece un buen servicio para mochileros y viajeros que no disponen de un presupuesto muy abultado.Dónde comer
Como buen destino vacacional, Eilat dispone de una importante cartera de restaurantes. Sin embargo, de entre todos, destacan dos: BarBeach, en pleno centro de Coral Beach, que, cosa rara en Israel, tiene una carta de mariscos a muy buen precio. Además, su posición frente al mar hace de la comida una experiencia especial. En Achla, en el centro de la ciudad, comida típica israelí. Destacan las carnes a la parrilla y el exquisito humus, elaborado diariamente de manera artesanal.Otro de los lugares indispensables de esta zona es el Parque Timna. A tan solo 27 kilómetros de Eilat, esta colosal reserva es una de las atracciones más importantes del sur de Israel. Casa de algunas especies animales tan interesantes como las gacelas, los lobos o los flamencos, este parque guarda un importante papel histórico al ser aquí donde se fundó la primera mina de cobre del mundo. De hecho, a lo largo de todo el parque se pueden encontrar antiguos pozos mineros, así como hornos de fundición, pertenecientes todos ellos a la época del Antiguo Egipto. Sin embargo, si hay algo por lo que destaca este parque es por su vegetación árida y espectaculares acantilados, que se pueden recorrer a pie o en bicicleta. Además, existe la posibilidad de hacer un tour en jeep o con guía, algo recomendable si no se conoce el terreno. Las mejores horas para hacer una visita es a primera hora de la mañana o a última de la tarde, dado que las horas del mediodía pueden ser excesivamente calurosas
FUENTES: DIARIO EL PAÍS y GOISRAELOFFICIAL (YOUTUBE)
No hay comentarios:
Publicar un comentario