Las tres MUJERES de Le Groupe deseamos decir ante los sucesos de hoy:

 La estúpida carta venía adornada con una pistola.

Graves amenazas.

Carta al Rabino Sefaradita Shlomo Amar y al Gran Rabino Ashkenazi Yona Metzger, de Israel:
  "Dejad rezar a las mujeres en el Kotel o habrá 100 muertos entre los Haredís. Os lo advertimos por última vez . Si no dejais rezar a las mujeres  del Kotel tal como lo quiere nuestra tradición , os combatiremos con todos los medios  y llegarán a vuestras casas  centenas de cuerpos de Ortodoxos. Vuestro fin está próximo , religiosos repugnantes e incultos."

                                    oooooooooooooooooooooooooooo
  En un día especialmente plagado por necedades  que provienen de las supuestas defensoras feministas de las mujeres, de la Mujer. Las componentes de Le Groupe, deseamos decir ,ahora con más fuerza: ¡SOMOS SIONISTAS Y NO SOMOS FEMINISTAS!
  Somos una inmensa mayoría de hebreas las que no deseamos vuestra ayuda ,ni precisamos de que se nos conquiste puesto ninguno , y menos a balazos, para que recemos a Hashem.
  La mujer JUDIA tiene ya un puesto elevado y muy superior al masculino en nuestra religión .
  Mejor os marchabais a difundir vuestras ideas en Afghanistán o Qatar por ej.


  En lo que a nosotras respecta, y si el Director no se opone, en este Blog SIONISTA  y ,con imperfecciones, defensor de nuestra Religión y tradición , no teneís ninguna cabida.
 
     Jana T., Esther T, Ester.
           
                   PEDIMOS PROTECCIÓN PARA TODAS:

Por David, un Maskíl: Dichoso aquel cuya transgresión es perdonada, cuyo pecado cubierto. Dichoso el hombre a quien Adonái no le considera iniquidad y cuyo espíritu no tiene falacia. Cuando mantuve silencio, mis huesos se desvanecían por mi gemido angustioso todo el día. Pues día y noche Tu mano pesaba sobre mí, mi verdor se transformó por la sequedad del verano, sela. Mi pecado Te di a conocer, no cubrí mi transgresión. Dije: "Confesaré mis iniquidades a Adonái", mas Tú perdonaste mi pecado perverso. Por eso, que todo devoto rece a Ti, en un momento más accesible, que las poderosas aguas del diluvio no lo alcancen. Tú eres un refugio para mí; protégeme de la aflicción; rodéame por siempre de cánticos de salvación. Yo te haré sabio y te iluminaré en la senda ésta por la que marcharás; te aconsejaré con mi ojo. No seáis incomprensivos como un caballo o una mula, frenados con cabestro y brida cuando se los engalana para mantenerlos apartados de ti. Protégenos de las malas acciones y de los malos momentos que podrían sobrevenir en el mundo. Mas Aquel que confía en Adonái, estará rodeado de bondad. Alégrense en Adonái y regocíjense, justos. Hagan cantar a todos los de corazón recto.