No hay limite. No hay limites a la estupidez, al odio y a la degeneración.
Todos los 34.000 oficiales de policía de New York tienen una comunicación que estipula que una mujer "no es culpable de delito alguno si expone su pecho desnudo en público."
La razón de esta comunicación está en una decisión de la alta corte de justicia del Estado de New York , de hace 30 años ,que decidía que mostrar el torso desnudo no era ilegal ni para hombre ni para mujer.
Ha sido una activista de nombre Holly Van Voast , fotógrafo y artista del Bronx conocida por mostrar los pechos desnudos a la que se debe este ataque al buen sentido.
En nombre de la relatividad de todo lo existente, las militantes de NY reclamaron- y lograron- el derecho de pasear a pecho descubierto para ser iguales en derecho a los hombres. En nombre de la igualdad legal. Igualdad que niega al cuerpo humano, la naturaleza y la realidad, porque sabemos que el pecho femenino tiene unas funciones erótico-sensuales que no tiene el de los hombres - y que en una escandalosa desigualdad de la naturaleza , los senos de la mujer sirven -además- para nutrir a su hijo.
Es el caso ,además, que las agresiones sexuales no son mujer---->hombre, y el hecho de pasear a pecho descubierto en pleno N.Y. representa una agravamiento del riesgo
Y no hablemos de los niños, por natural púdicos, y que se asombrarán con la vista de senos de mujer desnudos por la calle.
Pero estoy divagando: la militante se ríe totalmente de que asombre o no a los niños, ella se alegra provocando reacciones agresivas -y pondrá gesto de estar asombrada- porque ella tan solo persigue un objetivo , el mismo que el de la teoría de género, el mismo que el del matrimonio para (casi)todos, y el mismo que el de la adopción de niños por dos homosexuales: nutrir su prodigioso resentimiento contra la vida tal como el hombre la organizó desde el comienzo de los siglos , para su destrucción en toda reglas , ahora que los medios colectivos han sido pervertidos.
Yo,por mi parte, estoy decepcionado de que esta retrógrada sociedad me prohíba adquirir piel humana para fabricar una pantalla.
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