Más de 2,000 personas murieron por el corrimiento de tierras que se produjo ayer en el noreste de Afganistán y que es uno de los peores desastres naturales del que se tiene registro en la historia del país asiático.
Los equipos de rescate habían iniciado hoy por segundo día consecutivo las búsquedas de sobrevivientes, sin embargo finalizaron sus labores dado que las casas están enterradas varios metros bajo tierra, informó Shah Wali Adeeb, gobernador de la provincia de Badakhshan, escenario de la catástrofe.
Esa precariedad de medios no permitirá que al menos hasta dentro de varias semanas se conozca el número exacto de víctimas mortales causadas por el siniestro, pero las autoridades de la región dan por seguro que finalmente superará los dos millares.
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