Las últimas noticias apuntan a lo que ya todos imaginamos desde el principio... el vil y cobarde atentado contra los pasajeros del vuelo MH370 de Malasya Airlines es muy probable que sea obra de la red Al Qaeda.
Sin embargo, en esta ocasión el terrorismo islámico ha tropezado con una de las peores piedras con las que podría tropezar: CHINA.
China no es Obama ni los cretinos políticos de la UE. China es un gigante en muchos campos, de manera discreta pero eficiente.
China no olvidará que 153 ciudadanos a los que debe amparo, respeto y memoria fueron masacrados de manera vil y asesina hace casi dos meses, el pasado 8 de Marzo.
Y China, con seguridad, responderá. Con la misma fuerza y vigor con que lo hizo Estados Unidos tras los criminales atentados del 11 de septiembre de 2001, pero esta vez con información veráz, fiable y contrastada, que fue lo que faltó en el caso americano y que a la postre deslegitimo (a mi entender de manera injusta) su intervención en Irak y Afganistán.
En el caso chino, no tenemos a un gobierno atado de pies y manos frente a unos medios de comunicación rastreros y amarillistas. No tenemos un gobierno que tema por su futuro electoral. No tenemos bolsas de miseria intelectual capaces de votar a un cretino botarate como Obama (las palabras "cretino" y "botarate" no son insultos, sino una definición de ese individuo)
En el caso chino tenemos a un pueblo que siempre ha procurado la paz, pero que está fuertemente preparado para la guerra. Y que sabe llorar, recordar y honrar a sus muertos.
En el caso chino tendremos, probablemente, sorpresas. Y los terroristas tendrán, más que probablemente, la peor de sus pesadillas.
Espero que Israel sepa reaccionar ante esta situación y brinde al gobierno chino toda a ayuda en asuntos de inteligencia contraterrorista que pueda prestarle. Es el momento perfecto para afianzar unas relaciones basadas en la búsqueda de la Paz, la Prosperidad y la Justicia, unas relaciones vitales para el futuro de Israel y para la dignidad china. Es el momento de tender la mano con toda a ayuda que se pueda prestar a un país que, posiblemente, pueda llegar a ser un amigo de verdad.
¡¡Adelante, China...!!
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