[MEMORIA HISTÓRICA] EL TERROR NAZI VISTO POR LOS NIÑOS JUDÍOS
 
 Berlín acoge por primera vez una exposición que busca recuperar la 
memoria de cientos de niños judíos que trataron de escapar del terror 
nazi escondidos en la mismísima capital del
 III Reich. La muestra, instalada en la sede de la cámara regional de la
 ciudad-estado de Berlín, es una detallista aunque humilde recolección 
de vidas a pinceladas, volcada en la microhistoria de aquellos menores 
que se vieron perseguidos por el nacionalsocialismo, de los pocos que 
sobrevivieron para contarlo y de los muchos que fueron asesinados.
 
 Además, recupera el coraje de un puñado de alemanes también anónimos 
que poniendo su vida en riesgo en un contexto represor como pocos, el 
Berlín de principios de los años 40, escondieron y salvaron a sus 
vecinos y amigos judíos. Compuesta por cinco columnas de base cuadrada, 
la iniciativa ‘Niños escondidos’ trata de poner rostro a las frías 
estadísticas del Holocausto.
 
 Berlín, explican los 
organizadores, pasó de contar con una población de unos 165.000 judíos 
cuando Adolf Hitler llegó al poder en 1933 a menos de 8.000 después de 
la II Guerra Mundial, de los que 4.000 estaban casados con no judíos, 
1.900 eran sobrevivientes de los campos de concentración y 1.500 habían 
permanecido escondidos durante la guerra.
 
 En total, se estima 
que más de un millón de niños judíos en toda Europa corrieron la suerte 
de Ana Frank y fueron víctimas del Holocausto.
 
 Pequeñas grandes historias
 
 La muestra relata, por ejemplo, el caso de Werner Foß, nacido en 1928, 
que tuvo que pasar a la clandestinidad junto a su familia después de que
 el 30 de noviembre de 1942, judío empleado por la policía secreta nazi,
 la Gestapo, les reconociese que iban a ser deportados de forma 
inminente. Fue en esa circunstancia cuando recibieron la ayuda de la 
alemana Helene von Schell, una amiga del padre, quien los acogió en su 
pequeño apartamento durante dos años hasta la entrada triunfal del 
Ejército Rojo en Berlín.
 
 Otro de estos niños judíos, Zvi Aviram
 se quedó solo con 18 años, después de que sus padres fuesen capturados 
en sus puestos de trabajo el 27 de febrero de 1943 en la conocida como 
Fabrik-Aktion junto a otros 7.000 hebreos y asesinados en el campo de 
exterminio de Auschwitz. Aviram sobrevivió los dos años que quedaban 
hasta el final de la guerra cambiando repetidas veces de domicilio para 
no ser detectado.
 
 Un caso especial que rescata esta muestra 
berlinesa es el de Reha Sokolow, hija de Ruth y Walter Abraham y nacida 
el 19 de enero de 1943, que fue uno de los últimos nacimientos de judíos
 que fueron comunicados a las autoridades nazis. Maria Nickel, un ama de
 casa con dos hijos, facilitó documentación a Ruth y Walter Abraham 
evitando que fuesen detenidos, e incluso cuando la pequeña Reha enfermó 
gravemente la hizo pasar por su hija para que la atendiesen.
 
 No
 corrió tanta suerte la familia de Ruth Horn a pesar de la ayuda del 
empresario Otto Weidt, que los escondió en una habitación en cuya puerta
 colocó un armario con falso fondo. Sin embargo, el 14 de octubre de 
1943 la familia Horn al completo fue capturada por la Gestapo y enviada a
 Auschwitz, donde poco después fue asesinada.
 
 El mismo destino 
compartieron las pequeñas hermanas Ruth y Brigitte Süßmann, recoge la 
exposición, que murieron en este campo de exterminio en agosto de 1944 
cuando sólo contaban con siete y cinco años respectivamente. Su madre, 
Ruth, las había dejado bajo el cuidado de la alemana Elly Möler en la 
ciudad Weimar con la esperanza de salvarlas de las deportaciones.Sin 
embargo, sólo ella, acogida por la comunista Luise Nickel en Berlín, 
viviría lo suficiente para ver la caída del régimen nazi.
 
 La exposición, que abrió sus puertas el 22 de octubre, permanecerá en la sede de la cámara de Berlín hasta el 18 de noviembre.
 
 
 

 
 
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