La ineficacia de la Organización de las Naciones Unidas con respecto a los problemas de seguridad en Oriente Medio raya el cinismo y criminalidad bajo la imagen que pretenden dar de buscar soluciones que allanen el camino hacia la paz.
Israel no puede, lamentablemente, adherirse al Tratano de No Proliferación Nuclear. La única de las condiciones que pide es la de que antes de suscribir cualquier acuerdo que limite el desarrollo de arsenal nuclear debe completarse el proceso de paz en la región. Como puede verse, algo absolutamente lejano en estos momentos. Y no por su voluntad.
Para Israel, abrir sus instalaciones nucleares sería un suicidio. De la misma forma que que el director general de la Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), Mohamed El Baradei ocultó información sobre las actividades nucleares de Irán que han permitido a este llegar a un paso de obtener el arma atómica, de esa misma manera es muy probable que miembros de la comisiòn investigadora de la ONU revelasen secretos estratégicos acerca de la ubicación de dichas instalaciones. Es algo que debe ser mantenido en el más estricto de los secretos ante países claramente beligerantes y patrocinadores ndel terrorismo internacional como Irán.
Pero seamos claros... ¿Es tan grave el peligro que pueda suponer para esta región la permanencia de un estado nuclear como Israel? En absoluto. Israel hace uso de su fuerza nuclear con fines exclusivamente disuasorios. La Opción Sansón es el único freno que queda ante una abrumadora mayoría de países hostiles a una sociedad civilizada y avanzada como lo es la israelí. Sin esa amenaza de morir exterminando a sus enemigos, posiblemente Israel hubiese sido borrado del mapa hace decenios. Sencillamente con una guerra de desgaste, sacrificando a millones de sus ciudadanos en una salvaje guerra a sangre y fuego, las naciones árabes hostiles (que no son todos los países árabes, por fortuna) habrían arrojado a los judíos al mar. O mejor dicho, a sus cadáveres mutilados y ensangrentados. Porque la barbarie emplea esos crueles métodos.
¿Está actuando la ONU con dolo en este caso? Indiscutiblemente, SÍ.
Por fortuna la existencia del Consejo de Seguridad, con sus cinco miembros permanentes (Estados Unidos, Rusia, Francia, Reino Unido y China) y los cinco rotatorios entre el resto de países de la organización, relevados cada dos años, hasta el momento ha sido capaz de frenar la aplicación de medidas que hubiesen sido claramente antisemitas. No se puede esperar otro tipo de resoluciones de una organización en la que la mayoría de Estados pertenecen al área de influencia muculmana o cuyos diplomáticos están a sueldo de los petrodólares de sangre.
Sin embargo... ¿Qué podemos hacer frente a unos medios de comunicación que tergiversan aviesamente la realidad y se empeñan en presentar a una víctima como verdugo? Es duro, pero bien poco. Tan sólo esperar a que estas sociedades abran sus ojos. Esperar unas decenas de años para que suceda como antaño, que quienes coreaban consignas como "Cuba sí, yankees no" cambien su discurso, a veces de manera excesivamente opuesta. Y esperar que los jóvenes de hoy en día sean capaces de mantener una visión de la realidad basada en la aplicación de su inteligencia. El nivel cultural es mucho mayor hoy en día que hace cuarenta años, y sin duda eso jugará a favor de la verdad.
Y esa verdad es que Israel es una nación que sólo aspira a vivir en paz. Pero con la cabeza fría y sabiendo que tras cada piedra, tras cada arbusto, hoy en día existen miles de enemigos armados de sinrazón y de crueldad. Y mientras Occidente siga coreando la mentira palestina será muy dificil poder alcanzar esa anhelada paz. Pero, como he dicho, son las futuras generaciones las que constituyen nuestra única esperanza.
Mientras tanto, a establecer lazos de amistad, y sobre todo comerciales, con países como China que sólo buscan su beneficio económico sin sumergirse en conflictos ideológicos. El repunte de China es perjudicial para Occidente dado que fundamenta sus bajos costes laborales con una opresión de su fuerza laboral hasta unos límites cercanos a la esclavitud. Pero la evidencia histórica nos enseña que estos hechos puntuales son corregidos por el simple correr del tiempo. La influencia de Israel en los gobernantes de esos países sin duda podrá ayudarles a conseguir sociedades más justas y que puedan alcanzar un desarrollo social que progresivamente se equipare con el lamentablemente quebrado Estado del Bienestar occidcental.
Es cosa de tiempo. Pero si no acontecen hechos dramáticos como el más crítico en la actualidad, que es la consecución del arma atómica por Irán,si eso no sucede, todo es posible.
Shalóm ve Shavua tov.
Gedeón.
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