Las autoridades clausuraron ayer un mes de propaganda con la presentación del enorme operativo de seguridad que vigilará el referéndum al que están convocados más de 52 millones de egipcios. Policía y ejército se desplegarán por centros de votación e instalaciones gubernamentales con la consigna de impedir cualquier ataque contra el primer plebiscito desde el golpe de Estado que el pasado julio desalojó de palacio al islamista Mohamed Mursi.
"Les advierto de que se enfrentarán a una fortaleza, una determinación y una energía que jamás han visto", declaró ayer el ministro del Interior Mohamed Ibrahim a la televisión estatal. "Que todo el mundo tenga la certeza de que le estamos vigilando ", apostilló. Las cámaras mostraron al ministro pasando revista a algunas unidades de policía. El despliegue está formado por 160.000 militares y 200.000 agentes e incluye fuerzas especiales y paracaidistas.
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