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sábado, 20 de abril de 2013

HACER LAS COSAS MAL...



FUENTE: selección parcial artículo EL PAÍS

Boston se ha convertido en el símbolo más reciente del terror. No podía haber un contrapunto más atroz a la alegría, la hermandad y el esfuerzo que encarna un maratón popular que esas dos mochilas con explosivos y metralla colocadas el lunes a ras del suelo en la meta. Las imágenes de decenas de corredores con las piernas destrozadas son el compendio de la vileza y la insania.

El deseo de los asesinos de amplificar su mensaje de horror atacando un acto tan multitudinario selló su destino: algunas cámaras, de las miles allí activadas, registraron los movimientos de los hermanos de origen checheno Dzhokhar y Tamerlan Tsarnaev, identificados tres días después del atentado. Esta sociedad del Gran Hermano de masas ha mostrado su rostro más provechoso. La colaboración ciudadana ha sido decisiva; e impresionante, a primera vista, la eficacia de las fuerzas de seguridad, coordinadas en un despliegue espectacular.

Aún queda mucho por desvelar en este atentado, el primero con éxito desde el 11-S en territorio estadounidense. Los autores residían y estudiaban en EE UU. El rastro que han dejado en las redes sociales los presenta como devotos musulmanes y defensores de la independencia de Chechenia, foco de varias milicias islamistas nacidas al calor de la guerra contra Rusia. Si actuaron solos, como una pareja enajenada, o si formaban parte de una trama de más calado, es algo que se sabrá más temprano que tarde.

La tragedia, por otra parte, ha sacado lo mejor del país golpeado. Los habitantes de Boston han reaccionado con coraje y se han volcado con las víctimas, sin estridencias, sin permitir que el atentado los paralice. Las autoridades, tanto federales como locales, han demostrado que están la altura de las circunstancias y que piensan ante todo en el ciudadano. Barack Obama ha actuado con serenidad y prudencia, y republicanos y demócratas han aparcado sus batallas.

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Estamos ante un nuevo desafío a una nación que antaño fue la mayor potencia militar mundial. Muy por encima de la extinta URSS. Un desafío que quedará, lamentablemente, sin respuesta por parte de la administración Obama. De la misma manera que en España quedó sin respuesta el salvaje atentado del 11M, cuando un país entero claudicó ante la barbarie terrorista y optó por la rendición y defenestración de un  gobierno que por primera vez en la Historia le había puesto en los primeros puestos de responsabilidad a nivel internacional.

Esa rendiciòn, que a la postre acarrearía la brutal crisis económica que hoy se padece (y que va para muy largo) demostró cómo todo un pueblo es capaz de practicar la política del avestruz... esconder la cabeza bajo tierra creyendo que de esa manera los problemas desaparecerán.

Estados Unidos es una nación creada con el esfuerzo y sacrificio de sus ciudadanos. En sus pocos más de doscientos años de vida ha demostrado cómo mediante el tesón y la inteligencia es posible llegar a ser los mejores. Pero como la antigua Roma, hoy en día es una sociedad donde los no mejores tienen la capacidad de influir decisivamente en la marcha de la gestión política.

De la misma manera que en España se ha llegado a un pacto no escrito entre el gobierno y los medios de comunicación para que estos no pubiciten los innumerables casos de suicidio de personas acosadas y desesperadas ante salvajes desahucios cometidos por los bancos, de esa misma manera es necesario que el gobierno estadounidense sea capaz de dominar la fiereza de su prensa, radio y televisión. Lo que en el caso español va a servir para el injusto fin de que el clamor social no se expanda, en el caso americano serviría para que los americanos dejen de ver sólo las páginas negras de la guerra y sean conscientes de que un militar adquiere un compromiso para con su país y si en ello debe dejar su vida, es un precio caro y lamentable, pero debe ser satisfecho. Si no quiere correr el riesgo de perderla, siempre habrán iguales y tan dignos oficios para ganarse el sustento, como fontanero, carpintero o administrativo.

Pero el caso es que en estos momentos tenemos un cúmulo de naciones casi de juguete que no pueden salir de sus fronteras si no es para formar parte de una coalición. Pero que están ahí. Y hace falta liderar esa coalición. Y Estadis Unidos tiene el deber moral de hacerlo. Y los medios. Y debe.

Pero no es posible que un cretino de la talla de Barak Obama esté impidiendo dar ese paso. No es posible que no se permita a los medios de inteligencia norteamericanos llevar a cabolas acciones que a medio plazo permitan lasupervivencia de su país. No es posible que la decisión de dar ese paso dependa sólo de un señor que cree que para erradicar la rabia lo que hay que hacer es matar al veterinario que avisa de su existencia. Presionar a Israel, forzarle a adoptar posturas ignominiosas como la petición de disculpas a Turquía por el caso de terrorismo de baja intensidad que fue el caso Mavi Mármara, sin por el otro lado emplear el mismo rasero ante criminales en potencia y acto como es el caso iraní o coreano, es sencillamente tratar de resolver el problema del expansionismo integrista del islam de la manera citada.

Tenemos más de tres años por delante en los que Estados Unidos seguirá inactivo. Seguirá perdiendo tiempo mientras sus enemigos van tomando más y más ventaja hasta dar pasos irreversibles. La consecución del arma atómica por parte de Irán va a revolucionar el panorama geoestratégico a nivel mundial. Si eso sucede, Israel tiene los días contados. Después, irá Europa. Y luego, inevitablemente y pese a su cobarde actitud presidencial, Estados Unidos y todo el continente americano.

El caso es que existe un detalle revelador: la aparente integración de ambos criminales en la sociedad
americana habían hecho de ellos personas aparentemente americanizadas plenamente, cuando realmente este era un sistema que para ellos resultaba tan odioso que desearon dañarlo en lo más profundo de su alma... asesinando a personas inocentes y sin duda justas que estaban en una celebración digna y que encierra un espíritu de concordia y de colaboraciòn, junto con el esfuerzo por el justo triunfo ¿Cuantos más como ellos existen en el seno de la sociedad estadounidense? El cáncer está plenamente fijado y sin posibilidad de erradicaciòn plena y efectiva.

Mientars Estados Unidos no de pasos decisivos y eficaces luchando contra el Mal allá donde se encuentre, no serán los ciudadanos extranjeros quienes sufrirán las consecuencias. Serán aliados suyos que caerán progresivamente, dejándoles al final solos ante una lucha que sin duda no podrán ganar.

Aunque para entonces ya todos estaremos, sin duda, viviendo en un mundo muy muy muy diferente al que siempre hemos querido alcanzar.

Dejemos a los militares hacer sus guerras como ellos quieran. Son los únicos capacitados para tomar decisiones, ya que su vida va en ello. Dejemos de interferir en sus acciones. Amordacemos a los propagandistas enemigos de su país que en su afán por vender diarios o minutos de audiencia son capaces de exhibir desnuda a su madre ante millones de personas.

Si perdemos esta guerra, perderemos la libertad. Y las cosas no pintan nada bien mientras que los Obamas de turno controlen los mecanismos y resortes del poder. Es preciso que el mismo espíritu que empujó a Francia a ayudar exitosamente a un gobierno legítimo como el de Mali embargue nuestros espíritus. La cosa no va sólo con los otros, también nos afecta a todos nosotros.
 

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