EL DÍA DE LA REUNIFICACIÓN DE JERUSALÉN

FOTO: ADRIAN G.D. (FACEBOOK/SOMOS SIONISTAS)

Hay un versículo, en los Salmos, que dice: “Jerusalén está edificada como ciudad que ha sido reunida.” Hay una re-unión en Jerusalén. En ella se reúnen, después de miles de años, los judíos de todas las procedencias, de todos los colores. Todos pertenecen a Jerusalén.

Otro versículo dice: “Pero de Tsión se dirá: Este y aquél nacieron en ella; y el Altísimo mismo la establecerá”. Todos los judíos han nacido en Tsión, nos pertenece a todos.

Siempre ha estado y siempre estará en nuestras bocas: “si te olvidara, Jerusalén, que me olvide mi diestra, que se pegue mi lengua al paladar si no te recordara, si no pusiera a Jerusalén por encima de mis alegrías…”

El motivo es que en ella aparece la Presencia Divina al descubierto, sin tapujos. En el Templo podíamos sentirnos como en el cielo, en el Mundo Futuro. “Una embajada del Mundo Venidero”, la llamaba mi maestro. Un lugar ‘extra-terrestre’, fuera de este mundo. Aquí puedes tocar la verdad con tus propias manos, verla con tus propios ojos y sentirla con tu propio corazón, sin necesidad de intérpretes ni de consejeros.

Jerusalén es el cuello, que une la cabeza – el cielo –, con el cuerpo – la tierra. Todo debe pasar por aquí, por el cuello. Las oraciones que salen de la tierra, deben pasar por el cuello de Jerusalén para subir al cielo, y las bendiciones divinas que bajan del cielo, deben pasar por el cuello de Jerusalén para alcanzar a los hombres de la tierra. Y por ello nos giramos en dirección a Jerusalén cuando rezamos, para que la oración pueda subir al cielo.

Cuando Jerusalén está en ruinas, el cuello está obstruido. Las oraciones no suben y las bendiciones no bajan. Cuanto más construida esté Jerusalén, más bendición llegará al mundo. Y cuando el centro de Jerusalén, el Templo divino, sea reconstruido, ya nada podrá impedir que nuestras oraciones se eleven y que la inmensa bendición divina nos llegue.

Gracias a D’, Jerusalén se reconstruye día a día, tanto en materia como en espíritu. Nuestros enemigos intentan impedirlo, intentan destruirlo de nuevo, sin comprender que ellos lo necesitan tanto como todos los demás, y con ello se traen la perdición sobre sus cabezas. Pero nosotros tenemos más fuerza que ellos y seguimos construyendo más y más sinagogas, más y más escuelas, más y más industria.

“Jerusalén está edificada…”: el barrio de Sanhedria, el de Rejavia, el de Guiló, Najlaot, haTurim, Kiryat Moshé, Har Nof, Guiv’á Tsorfatit, Guiv’at Mordejay, Har Jomá, Talpiot, Romema, Mea Shearim, Bet Israel, Bujarim, Ramat Shlomó, Comemiut, Mamila, Gonén, la Ciudad Antigua, Har Hazetim, etc., etc., etc…

Durante diecinueve años la ciudad estuvo partida en dos. Ya no volverá a ocurrir. “Jerusalén está edificada como ciudad que ha sido reunida.”

Nos alegramos con la alegría de Jerusalén y le deseamos que se siga construyendo y reuniendo, edificando y renovando, hasta que llegue el momento de construir la Gran Casa.

FUENTE: NISSAN. B.A.  (FACEBOOK/ SOMOS SIONISTAS)