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sábado, 29 de junio de 2013

MUSEO DE JEU DE PAUME: CARTA ABIERTA AL PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA FRANCESA


 

Esta misma misiva, exactamente esta misma, ha sido remitida vía correo electrónico a la embajada francesa en Madrid. Espero que siga camino de París de alguna manera y que llegue a ser conocida por alguien por quien he sentido un inmenso respeto pero que me ha defraudado absolutamente, uno a quien hasta hace muy poco yo llamaba respetuosamente Monsieur François Hollande.




Hola, Paco:

Me dirijo a ti con esta variante de tu nombre porque para mí es ya imposible guardarte el respeto que merecerías como presidente de tu digno país, la hermosa Francia. Cuna de la libertad, madre de un himno que yo también considero mío, la hermosa Marsellesa, que ha traspasado fronteras y que a cualquier persona de bien debe causar profundas emociones. Tienes suerte con tu bonita tierra y con todas las gentes de bien que la habitan. La Grandeur de la France no es un mito… se respira a cada paso en toda ella.

Pero estoy MUY ENFADADO contigo. Mucho. Hace meses, muchos meses, me tomé el trabajo de traducir al castellano el bendito discurso que diste ante tu pueblo, durante la conmemoración del aniversario de la redada del Velódromo de Invierno, anunciando la más firme posición de tu gobierno en contra del antisemitismo. Decías que este iba a ser extirpado de raíz allá donde aflorase. Iba a perseguirse a quien hiciese cualquier tipo de declaraciones que pudiese suponer un renacer de la barbarie que durante los oscuros años de la Segunda Guerra Mundial llevó a los campos de exterminio a seis millones de personas, de ellas un millón y medio niños… ¿Tienes hijos? Yo sí, y eso me hace entender la inmensa tragedia que el asesinato de uno sólo de ellos supone para la Humanidad.


Y sin embargo, en estos momentos, pese a las protestas de una parte importante de tu pueblo, estás permitiendo que en un museo público esté teniendo lugar una de las exposiciones más abyectas que pueden hacerse hoy en día: la glorificación de asesinos que han quitado la vida a miles de personas inocentes. Asesinos que en el nombre de una falsa identidad nacional han dado muerte a hombres, mujeres y niños indiscriminadamente. Y digo falsa identidad nacional porque la nacionalidad palestina jamás ha existido, como demuestra la Historia y la Arqueología, incluso eso que vosotros llamáis la Biblia.  


Estáis dando cobijo a una inmunda exposición que miente al mundo, a todos aquellos que acuden inocentemente a verla. Una exposición en la que se diviniza a simples criminales que durante años han sido el terror de personas que simplemente iban a su trabajo en el autobús, acudían a los mercados a comprar la comida para sus familias, o estaban disfrutando con sus hijos mientras comían una pizza. Asesinos que no merecen más que nuestro desprecio y mostrarlos al mundo como lo que realmente son, engendros con forma humana pero carentes de alma y de sentimientos.


Sin embargo, no se saca la otra cara de la moneda. Las personas a quienes esos seres abyectos han arrancado de este mundo. Tampoco el dolor de sus familiares y amigos. Tampoco se hace una reseña al verdadero origen de esta lucha, que es la intransigencia árabe ante la justa reinstauración del Estado de Israel, apoyada por todo el mundo digno. Intransigencia de unas gentes que apoyaron firmemente a un régimen nazi al que la Libertad, a costa de millones de vidas de soldados, pudo derrotar.

 Todo esto estás echando por tierra con esta exposición que de manera fría y calculada estás permitiendo en ese museo. No se trata de que mediante este escrito yo te esté poniendo al corriente de algo que desconozcas, al contrario. Sabes bien que desde hace muchos días, demasiados, esa exposición está teniendo lugar, y la permites. Sabes del dolor de miles de personas que han perdido a hijos, padres y amigos a manos de esos criminales. Sabes que esta exposición es la absoluta contraposición con los ideales que la Digna Francia representa.

 La Grandeur de la France, como te he dicho, existe. Pero tú, Paco, en estos momentos, no la representas.


Han pasado días, muchos días con esa exposición abierta. Tantos, que en estos momentos no sólo es necesario que sea clausurada inmediatamente. Sino que además hagas unas declaraciones pidiendo PERDÓN por tu falta de cuidado, porque se te ha colado dentro de tu misma casa no sólo el fantasma del antisemitismo, sino toda una legión de criminales, asesinos y, sobre todo, mentirosos. Porque la madre del crimen es la mentira.

No sé si me creerás, pero me gustaría poderte volver a llamar Monsieur Hollande, que es como yo te he llamado desde el principio, con todo el respeto que como presidente de Francia mereces.  Pero hasta que no adoptes una postura firme contra esa apología de la barbarie que se exhibe en el Jeu de Paume me va a resultar imposible.

Pese a todas mis duras palabras, no puedo dejar de decir como persona amiga del pueblo francés: VIVE LA FRANCE.
 
 

1 comentario:

  1. Destinatarios a quienes ha sido remitido este mensaje:

    Sector cultural

    Nicolas PEYRE, Agregado Cultural

    Guillaume JUIN, Responsable Mediateca


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