Los hay que no tienen perdón. Mesut Özil decidió desprenderse de los 350, 000 euros que recibió como premio tras conquistar la Copa del Mundo de Brasil 2014 para donarlos "a los niños de Gaza" (es decir, a Hamás para que sigan comprando misiles y construyendo túneles de la muerte), según reveló el Daily News.
Özil recibió 237.000 euros por ganar la final, pero anteriormente había recibido ya 118.000 euros por haber ganado la semifinal. Decidió donar todo.
Özil es de origen turco y un musulmán practicante que recita el Corán antes de los partidos. En una decisión que causó polémica, optó por no ayunar durante el Mundial, que coincidió en el mes sagrado del Ramadán en el que los musulmanes ayunan desde el amanecer hasta el atardecer. Posiblemente esto haya tenido mucho que ver con ese donativo, realizado posiblemente para conseguir el perdón de los islamistas radicales.
Özil también causó controversia cuando se negó a darle la mano a un oficial de la FIFA por el apoyo de este último para Israel.
Además del acto de "generosidad" de Özil, han existido otros casos de representantes musulmanes que jugaron la Copa del Mundo y que también han enviado su dinero del premio a Gaza. Los asesinos de Hamás deben estar muuuuyy felices.
Después de alcanzar la segunda ronda del torneo, Argelia donó su premio de 5 millones de euros para el pueblo de Gaza. En perfecta sintonía con el carácter integrista islámico de este país tras la falsamente denominada "primavera árabe".
Esperemos que en breve su amigo Erdogan le imponga alguna de esas medallas que sirven para reconocer los actos de barbarie de guante blanco que tantos criminales en el mundo guardan celosamente en sus vitrinas de trofeos.
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