El pasado domingo fue un día triste para muchos españoles. Pese a que hacía años que estaba retirado de la vida pública española debido a una larga enfermedad neurodegenerativa, toda España (al menos los bien nacidos) reconocían en este hombre al político que, estando en el puesto más alto de mando en su país, tuvo la generosidad de ofrecer todo ese bagaje material como pago para que el pueblo recuperase la soberanía que tan escasamente había disfrutado a lo largo de toda su Historia.
El problema que tuvo Suárez fue la España con la que le tocó lidiar. Como alguien hace en muchas ocasiones en algunos medios de Internet, es odiado por muchos que lo consideran un traidor al Movimiento, que era el Ente ideológico sobre el que descansaba el aparato de gobierno durante la dictadura franquista
Partamos de la premisa indiscutible de que la Transición fue posible SÓLO gracias a la relativa inactividad de la derecha tradicional (que no de la extrema derecha, esa no permaneció precisamente inactiva). Fue esa derecha "civilizada" ( y remarco esas comillas) quien más tuvo que ceder en esos momentos, obligada por las maniobras del presidente en conjunción con el Rey Juan Carlos I. La izquierda no aportó absolutamente nada a la Transición en sí misma, sólo recibió concesiones importantísimas en cuestión de legalidad política y se dedicó a manejar entre bastidores toda la efervescencia política del momento, viéndose obligado Suárez a mantener un equilibrio muy difícil entre todas las fuerzas políticas del momento.
Sin esta liberalización ideológica auspiciada por el presidente del gobierno, no hubiesen sido posibles las necesarias conquistas sindicales obtenidas en años posteriores. Y estas sí que hay que reconocer como aportaciones de la izquierda a la sociedad española de aquellos momentos.
No obstante, el empleo de un discurso social y progresista en aras del bien del Pueblo no legitima a una formación política. Lo hace la aplicación, con criterios de Equidad y Justicia, de ese mismo discurso. Y eso sólo lo hizo Don Adolfo Suárez, ninguno de los que vinieron detrás supieron ni quisieron aplicarlo.
¿Que Suárez traicionó al Movimiento… ? Menudo "Movimiento" era el que por entonces quedaba... en los tiempos del gobierno de UCD el que les escribe estaba en plena adolescencia, y tuve que aprender el "Cara al Sol", himno falangista expropiado por el régimen franquista. Porque al menos en Valencia capital era muy frecuente que a los estudiantes nos parasen en ocasiones grupos descontrolados de extrema derecha, y si no lo sabías cantar, solías recibir una buena paliza. Este es el Movimiento que Suárez desmontó de manera progresiva e irreversible. Esta degradación del ideal de Jose Antonio Primo de Rivera (nota 1) que sin ninguna duda habría sido aborrecido por él mismo de haber tenido la ocasión de poder volver a este difícil mundo.
Yo critiqué despiadadamente a Suárez a mis 17 años, en los que siguiendo la tónica general de la estupidez juvenil anduve por las áreas ideológicas del comunismo. Y hoy reconozco que fui un cretino de tomo y lomo. La juventud no está capacitada para criticar gobiernos, y mucho menos para gobernar. Siempre sucede que quienes tanto claman contra los que gobiernan, al ocupar sus puestos son muchísimo peores y sus actos más aborrecibles. Si todas las sociedades primitivas basan su gobierno sobre los más ancianos y sabios, por algo será. La vida, la experiencia, la madurez, permite a las personas ver los problemas en su verdadera magnitud, permiten ver que debajo de la punta del iceberg hay aún nueve veces más volumen que en lo que se ve en superficie.
Suárez, como excelente capitán, supo guiar la nave de España sorteando esos icebergs. La extrema derecha y la izquierda hubiesen querido ir a jugar con esa nieve tan atractiva, hubiesen querido imponerse cada una en las calles explotando la contención que Suárez y su gran equipo supieron aplicar en esos momentos. Y ambas, extrema derecha e izquierda, habrían hecho naufragar, al más puro estilo Titanic, al barco de España.
Y ahora muchos lo critican despiadadamente por haber sido prudente, reflexivo y sobre todo amante de España.
Me sorprende la cortedad de miras de las personas. Sin ir más lejos, hoy en día muchas personas que aprecio pero con las que no comparto ideas me hablan de que fue un cobarde, que debería haber establecido una federación de nacionalidades que conformasen España… ¿Esa es un argumento intelectual válido para desautorizar la actuación de Suárez? ¡¡Nooo…!! Esa es una muestra de ignorancia y de analfabetismo histórico e ideológico… ¿Imaginan a Suárez, en esos dificilísimos momentos, manteniendo esa tesis que cuestiona de raíz la unidad de España, la tesis de la "federación de pueblos y nacionalidades"? Eso sí que hubiese supuesto un golpe de Estado y una nueva guerra civil. Y aún hoy yo discrepo de esas tonterías que sólo beneficiarían a oscuras almas ansiosas de poder para aplicarlo según su conveniencia e intereses.
Los verdaderos progresistas nos hemos quedado treinta años atrás, y hemos sido rebasados por los demagogos y los politicastros carentes de sentido de Estado, y carentes de dignidad. Hace treinta años todo el mundo hablaba de romper fronteras, acercar ideas, crear una gran confraternidad mundial... hoy, los que se autodenominan "progresistas" basan su discurso en la fragmentación territorial, en las nuevas nacionalidades (legítimas culturamente, indignas políticamente), en la creación de nuevas fronteras lingüisticas que justifiquen esas secesiones territoriales. Y, curiosamente, todos ellos albergan un inusitado antisemitismo del que tantas muestras hemos dado en nuestro blog.
Hoy en día, más de treinta años después, tenemos mucho que aprender de los métodos aplicados por algunos de los políticos de la Transición (de siempre he admirado a Suárez y a Gutiérrez Mellado) y mucho más que agradecerles, porque gracias a ellos fue posible la actividad política para todos los españoles (que no existía antes del 75) y la libertad que tuvimos en general para vivir nuestra vida como quisimos vivirla (que reamente esta sí que existía antes del 75, digan lo que digan gentes interesadas).
Lo único que podría recriminar a este presidente es no haber abordado el asunto del reconocimiento del Estado de Israel. Pero, sinceramente, era tantísimo el trabajo que tenía de puertas hacia adentro, que el no tratar ese tema es algo que incluso honra su memoria... eran muchísimo más importantes las cosas que tuvo que encajar para que la democracia pudiese anclarse firmemente en nuestro pueblo.
Suárez y su equipo hicieron un excelente trabajo que todo bien nacido debe reconocer y agradecer. Y punto.
Nota 1: Jose Antonio Primo de Rivera fue uno de los fundadores del movimiento falangista. Era hijo de Don Miguel Primo de Rivera, durante cuyo mandato se redactó el Real Decreto de 1924, que contemplaba la posibilidad de conceder la nacionalidad española a los judíos sefardíes, descendientes de los judíos expulsados de España en 1492 durante el reinado de los Reyes Católicos. Gracias a este decreto fue posible la actividad de auxilio a la comunidad judía llevada a cabo por varios diplomáticos españoles, aparte del buen Ángel Sanz Briz, héroes caídos en el olvido y cuya memoria prometo recuperar en este blog