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El Gran Rabino de las FDI, Grl. Brg. Rafi Peretz, comparte unas palabras de sabiduría por Yom Kipur con soldados, oficiales y todo el pueblo judío.
A veces nos sentimos como esprínteres, corriendo la exigente carrera de vida. Desde la escuela secundaria hacia el Ejército, del Ejército a la universidad, de la universidad al trabajo. Incluso en el tiempo libre, nuestra cultura virtual nos ofrece llenar nuestro tiempo libre en internet y las redes sociales, y no nos permite tener un momento sincero con nosotros mismos.
Estar en el Ejército es exigente y emocionante. Ejercicios, entrenamientos, prácticas de tiro, guardias, clases – día tras día, una misión tras la otra. En esta realidad, una persona no tiene un solo momento disponible para sentarse con si mismo y pensar: ¿Cuáles son los valores por los cuales estoy viviendo? ¿Cuál es mi propósito en la vida? ¿Cuál es mi papel como parte de un pueblo que ha sobrevivido en el exilio durante tantas generaciones y regresaron a la tierra de sus antepasados para cumplir con su misión?
Yom Kipur es un momento para una introspección. Se nos da un tiempo especial para parar, para sentarse y pensar en el año anterior y el que viene: ¿He progresado? ¿Vivo guiándome por los valores que son importantes para mí? ¿Qué buenas decisiones haré en el año que acaba de comenzar?
Si alguien nos pide señalar una cosa central que lamentamos en Yom Kipur, podríamos definirla así: lamentamos que no pudimos realizarnos de una manera real. No usamos todo nuestro potencial espiritual y no hicimos lo suficiente por las personas que nos rodean.
Este es un momento para tomar buenas decisiones para el nuevo año, para que podamos avanzar, porque este es el carácter de una persona: seguir adelante. Por lo tanto, cuando le has hecho algo malo a otra persona, lo que hay que hacer es pedir perdón. Yom Kipur es una gran oportunidad de hacer la paz entre amigos, y pedir disculpas sinceras a las personas que sabemos que herimos. Por hablar mal de la gente, por el chisme, por no escuchar, por no respetar a nuestros padres, o por no ser comprensivos con nuestro entorno.
Al adoptar este enfoque, podemos potenciar la amistad y la fraternidad, en el Ejército en particular, y entre el pueblo judío en general. Como ustedes saben, este es un pilar fundamental en la construcción de nuestras fuerzas.
Queridos soldados y comandantes:
Tenemos el mérito de ser los emisarios del pueblo judío. Nosotros no lo elegimos exactamente, pero esto es lo que hacemos: trabajamos duro, a lo largo de todo el Estado de Israel, con una voluntad inquebrantable de defender a nuestro pueblo de cualquier persona que quiera hacernos daño. Somos los representantes de la generación anterior, que en los últimos vestigios de su fortaleza, después de los horrores de Auschwitz y Birkenau, nos puso el bastón de mando en la mano y dijo: continuad, construid, desarrollad – y sin miedo.
Ustedes, queridos soldados, ven los frutos de esta carrera de relevos. El Estado de Israel es fuerte y floreciente. Somos una sociedad moral con un Ejército que está preparado, listo y en guardia. Todo esto es por la devoción y el amor a Israel que cada soldado da a sus amigos y a su pueblo. Esta es la manera de hacer su Yom Kipur un éxito: la confianza, la fraternidad y la amistad.