Martes, 16 Kislev 5774 / 19 Nov, 2013
Capítulo 80
Una portentosa plegaria implorando a Dios que Se acerque a nosotros como antaño.
Para el Director del Coro, sobre el shoshaním, un testimonio de Asaf, un Salmo: Oye, Pastor de Israel, quien conduce a Iosef como rebaño; Tú, que Te entronizas sobre los querubines, aparece. Despierta Tu poderío ante Efráim, Biniamín y Menashé, pues está en Ti salvarnos. Regrésanos, Di-s; has resplandecer Tu semblante, para que seamos salvados. Adonái, Di-s de las Huestes,) hasta cuándo [rechazarás] en furia la plegaria de Tu pueblo? Los alimentaste pan de lágrimas, y les diste lágrimas para beber en gran medida. Nos convertirse en objeto de riña para nuestros vecinos; nuestros enemigos se mofan para sí. Regrésanos, Di-s de las Huestes; has resplandecer Tu semblante, para que seamos salvados. Tú sacaste una viña de Egipto; expulsaste naciones y la plantaste. Libraste espacio ante ella; echó raíces y llenó la tierra. Montañas se cubrieron por su sombra, y sus ramas se volvieron cedros vigorosos. Envió sus ramas hasta el mar, y sus tiernas raíces al río. ) Por qué quebraste sus cercas, de modo que cada transeúnte arranque su fruto? Los jabalíes del bosque la desolan, y los trepadores del campo se alimentan de ella. (Di-s de las Huestes, por favor, regresa! Observa desde el cielo y mira, y ten en cuenta esta viña, y el fundamento que Tu diestra ha plantado, y al hijo que fortaleciste para Ti. Es incinerado por el fuego, podada; ellos perecen en la reprimenda de Tu Presencia. Esté Tu mano sobre el hombre de Tu diestra, sobre el hijo del hombre que fortaleciste para Ti. Entonces no nos retiraremos de Ti; revívenos, y proclamaremos Tu Nombre. Adonái, Di-s de las Huestes, regrésanos; haz que Tu semblante resplandezca para que podamos ser salvados.
No hay comentarios:
Publicar un comentario