El ciclo de ejecuciones y atrocidades siguen pasando factura al pueblo iraní, particularmente a los jóvenes. El 7 de noviembre, Ahmad Jangjou quien tenía 15 años cuando fue arrestado, fue ahorcado junto a otro prisionero llamado Ismaeel Mahmoudi en la Prisión Central de Bandar Abbas. Dos días antes, Ahmad Saif Panaji quien sufrió 8 años de encarcelamiento en la Prisión de Sanandaj, fue ahorcado. Tenía 16 años cuando fue arrestado.
Otros cinco prisioneros fueron ejecutados colectivamente en la Prisión de Jerouft el 6 de noviembre. La ejecución de otros 5 presidiarios en Sari, Semnan y Urumieh entre los días 29 de octubre y 3 de noviembre, se cuentan entre los crímenes cometidos por el régimen. Con esto, el número de ejecuciones registradas tras la farse de elecciones llega a al menos 320.
/CNRI
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