Yo también dedico a nuestros queridos Ergas y Ester un vídeo que es muy especial para mí.
Y me explico: cuando mi hijo tenía unos dos o tres añitos y no sabía todavía hablar, viajábamos en el coche escuchando música y al acabar esta canción, oímos mi esposa y yo cómo el niño, en el asiento de atrás en su sillita de viaje, movía las manitas y balbuceaba sonidos ininteligibles.
Extrañados paramos el coche e intentamos averiguar qué nos quería decir... al final conseguimos entenderle, no recuerdo ya cómo. Y al volverle a poner esta canción dejó de gesticular y se quedó quietecito, muy quietecito, escuchando nuevamente esta bonita música.
Así entendímos qué nos quería decir: que la volviésemos a poner.
Hoy en día ese bendito niño tiene ya dieciséis años; canta en el coro de la escuela como tenor y mantiene una sensibilidad muy acusada para la buena música.
Esta canción habla de amor y de futuro en una pareja que al fin ha encontrado el amor; os lo deseo también a vosotros de todo corazón y espero que algún día os pueda llegar a suceder algo tan bonito como ese momento que tuve la dicha de vivir en esos momentos.
Un fuerte abrazo, y mi mejor Shalóm para vosotros.
Gedeón.
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