La rosa de Jacob (Ya'akov) se llenó de emoción y alegría cuando tuvieron a Mordejai vestido de azul real. Tu siempre has sido su salvación, su esperanza en cada generación, para dar a conocer que todo quien pone su esperanza en Ti no será puesto en vergüenza, ni estarán por siempre en desgracia todos aquellos que confían en Ti. Maldito sea Hamán, quien trató de destruirme; bendito sea Mordejai el judío. Maldita sea Zeresh la esposa de Hamán, quien me aterrorizó; bendita sea Ester quien intercedió por mí. Malditos sean todos los malvados; benditos sean todos los rectos; y que a Jarvoná se le recuerde favorablemente.
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