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lunes, 18 de febrero de 2013

COBARDÍA PALESTINA... MANIPULACIÓN A LAS CLARAS.


El principal problema para que pueda alcanzarse una paz verdadera no sólo estriba en los asesinos que están al frente del gobierno (es un decir, por supuesto) de Gaza. El verdadero problema es la traslación del odio que se hace de manera sistemática de padres a hijos.





Los actuales criminales que siembran el terror allá donde pueden (cada vez menos lugares están a su alcance, por fortuna) no son sino aquellos niños que hace veinte años fueron manipulados por quienes deberían haber dedicado sus esfuerzos a darles un futuro. 

Hoy en día, esos niños de ayer son sencillamente "carne de cañón" para los dirigentes de Hamás y Hezbolá. Sin futuro, sin educación, sin perspectivas de poder crear una familia sustentada por un empleo digno, esos niños de ayer se sumergen hoy en la espiral de violencia sin sentido que la sinrazón emplea ante la falta de motivaciones sinceras y justas que permitan alcanzar una paz verdadera. 

Hasta ahora, la mejor de las armas que ha empleado Israel, el arma menos injusta (aunque sigue siendo dolorosa, no olvidemos que no son sino víctimas de malos padres), han sido las eliminaciones selectivas que ha llevado a cabo sobre dirigentes de los grupos asesinos citados. Les ha hecho perder esa conciencia equivocada que tenían de que eran intocables, y eso sin duda ha rebajado su altanería, cosa que sin lugar a dudas a contribuido a no incendiar más las conciencias palestinas

Voluntad por parte de Israel para alcanzar la paz la ha habido en todo momento. Prueba de ello es la transferencia de los capitales retenidos a la ANP hace poco, pese a la deuda que mantienen con la empresa proveedora de energia eléctrica, llevada a cabo por el gobierno israelí. Y la colaboración humanitaria que en todo momento prestan las IDF hacia aquellos que ante todo son sus enemigos.

Hay un dicho que reza... "Dos no discuten si uno no quiere". Pero en este escenario el problema es que no son sólo dos los interlocutores, sino que existe un tercero, la comunidad internacional, que es el verdadero responsable de todo lo que viene sucediendo en Oriente Medio desde hace lustros. Políticos, muy posiblemente corrompidos con el oro árabe manchado de sangre, han mantenido discursos absolutamente dispares de la realidad para mantener la falacia del genocidio palestino. Unos partidos de izquierda que se han quedado sin discurso político hacia sus miembros, han canalizado toda su visceralidad en contra de Israel pese a que esta es una sociedad muchísimo más justa que muchas de las que consideramos hasta ahora occidentales.

Unos medios de comunicación que han llegado al extremo de prohibir a sus redactores escribir sobre el problema israelí, que es tratado de manera exclusiva por otros redactores escogidos que tergiversan la realidad y que siguen una línea editorial anti israelí y pro palestina con verdaderos instintos criminales. Y esto no es "vox populi"... esto está confirmado por un periodista de mi entorno cercano, al que le han prohibido escribir una sola letra sobre el conflicto. Información de primera mano.

Para colmo... la manipulación mediática en el terreno audiovisual. Cadáveres de niños (que a veces ni siquiera son verdaderos cadáveres, hasta ahí llegan) son mostrados por sus padres (que a menudo ni lo son) para expandir la mentira. Y justo son esas las imágenes que nosotros vemos. 

El caso de Mohamed Al Durrah es el paradigma de la mentira impuesta al mundo y no desmentida tras demostrarse su falsedad.

Adjunto un vídeo esclarecedor de la verdadera realidad en Israel y del esfuerzo que diariamente realizan los chicos del Tzahal para contenerse y no dar una bofetada (merecida) a niños que son utilizados por sus padres, y que ya destilan veneno contra Israel. 

Una verdadera tragedia.


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