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viernes, 25 de abril de 2014

ANÁLISIS DE LA TRAICIÓN PALESTINA: DIARIO EL MUNDO (ESPAÑA)

Palestinos corean eslóganes y alzan pancartas a favor del presidente,...

No es el primer anuncio de reconciliación palestina pero sí el que puede dar la puntilla final al moribundo proceso de paz. Ante el histórico abrazo entre Al Fatah y Hamas, Israel avisa a Abu Mazen: "Aliarse con el grupo terrorista es incompatible con la paz".


Tras el anuncio de reconciliación entre el nacionalista Al Fatah y el islamista Hamas, el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, deberá dotarse de una capacidad milagrosa propia de Tierra Santa para salvar las agonizantes negociaciones israelopalestinas. "Le había pedido al presidente Abu Mazen elegir entre la paz con nosotros o con el grupo terrorista asesino Hamas que pide la destrucción de Israel. Y justo cuando se mantienen conversaciones para proseguir el proceso de paz, ha elegido a Hamas y no la paz", denunció el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu. Como respuesta, anuló la reunión de los equipos negociadores prevista anoche y convocó para hoy a su minigabinete.

Horas antes de que Hamas y Al Fatah anunciaran en una festiva rueda de prensa en Gaza la formación en cinco semanas de un Gobierno tecnócrata y elecciones en enero, el ministro de Exteriores, Avigdor Lieberman, era rotundo: "La firma de un acuerdo de Gobierno entre Al Fatah y Hamas es la firma del fin de las negociaciones entre Israel y la Autoridad Palestina".

Abu Mazen responde que "el acuerdo con Hamas, que es parte del pueblo palestino, no contradice nuestro compromiso con la paz ni la solución de dos Estados". Pero el viejo 'rais' sabe que la alianza con Hamas es una línea roja para Israel. Sobre todo a seis días de la fecha dada como plazo final de las negociaciones. Fuentes norteamericanas avisan que la ayuda económica a la Autoridad Nacional Palestina podría verse afectada "si el nuevo Ejecutivo no cumple las tres condiciones del Cuarteto: renuncia de la violencia, reconocimiento de Israel y aceptar los acuerdos firmados".

Acuerdos incumplidos

No es la primera vez que los dos grupos rivales palestinos anuncian la reconciliación, un Gobierno de unidad y la convocatoria de elecciones, ocho años después de que los palestinos acudieran a las urnas.

La protesta israelí, la advertencia norteamericana y los intentos frustrados de reconciliación en el pasado no redujeron las muestras de alegría de los dirigentes y habitantes palestinos. Con los acuerdos incumplidos de Saná, Doha y El Cairo en la memoria, el de hoy parece el intento más serio desde que en junio de 2007 el brazo armado del movimiento islamista expulsara violentamente a los leales de Abu Mazen. Desde entonces, el pueblo palestino, sin Estado, tenía dos Gobiernos enfrentados: Hamas en Gaza y Al Fatah en Cisjordania.

"Son grandes noticias para nuestro pueblo y la patria. La era de la escisión palestina ha terminado", proclamó el primer ministro en Gaza, Ismail Haniya que albergó la última ronda negociadora en su casa del campo de refugiados de Shati.

Tras el anuncio de reconciliación, viene lo más difícil: aplicarlo. Los pequeños detalles pueden ser, una vez más, grandes obstáculos como la identidad del jefe de Gobierno (en el pasado, Haniya vetó a Salam Fayad), la inclusión de Hamas y la Yihad Islámica en la OLP o el control de sus organismos de seguridad en Cisjordania y Gaza.

'Doloroso' conflicto interno

Las negociaciones fueron llevadas a cabo por el islamista Musa Abu Marzuk y el asesor de Abu Mazen, Azam al Ahmad. Mientras éste acusó Netanyahu "de boicotear el proceso de paz y seguir construyendo en las colonias", el islamista afirmaba: "Ponemos punto final a un conflicto que ha provocado un precio muy alto y doloroso al pueblo palestino". "Israel no podrá decir ahora que Abu Mazen representa sólo a una parte del pueblo palestino", dicen fuentes de Al Fatah a EL MUNDO.

La debilidad de Hamas -sin el paraguas estratégico de Egipto tras la marcha de su padrino Mohamed Mursi- y la creencia de Abu Mazen de que un acuerdo con Netanyahu es imposible posibilitan la fumata blanca entre dos poderosos grupos que en los últimos siete años se han matado, perseguido, acusado y detenido.

El ministro israelí ultranacionalista Naftali Bennett da por muertas las negociaciones y acusa: "Con este acuerdo, la Autoridad Palestina es el organismo de terrorismo más grande del mundo".

Lo que no cambia es la dinámica de violencia entre el sur de Israel y Gaza. Tras la decena de proyectiles disparados el lunes contra localidades israelíes, Israel atacó una motocicleta en la que viajaban dos miembros del brazo armado de la Yihad Islámica. El ataque provocó cinco heridos. Como respuesta, Yihad disparó varios proyectiles en un círculo de violencia que funciona como si tuviera una vida propia e independiente.

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