Para el Director del Coro, un Salmo de David. Dichoso aquel que cuida sabiamente del menesteroso. [Por lo tanto,] en el día de calamidad, Adonái lo salvará. Adonái lo preservará y mantendrá vivo; dichoso será en la tierra, El no lo entregará a merced de sus adversarios.
Adonái lo fortalecerá en el lecho de enfermedad; todas sus dolencias se conmutarán [para bien] durante su enfermedad. En cuanto a mí, dije: "¡Adonái, apiádate de mí! ¡Cura mi alma, pese a que pequé contra Ti!" Mis adversarios hablan mal de mí; [dicen:] "¿Cuándo morirá, y su nombre perecerá?" Si [uno de ellos] viene a verme, habla [conmigo] hipocresía. En su corazón reúne información maliciosa; al salir, ¡entonces habla [de mí]! Todos mis enemigos murmuran en conjunto acerca de mí, en mi contra maquinan hacerme daño. [Dicen:] "¡El resultado de su malicia se derrama en su interior! Una vez que cayó enfermo, ¡que no se levante más!" Incluso mi aliado en quien confié, que come mi pan, hizo abundar en mi contra a los acechadores. Mas Tú, Adonái, ¡apiádate de mí y álzame [de mi enfermedad]! Entonces les retribuiré [su merecido a mis enemigos]. Con esto sabré que Te satisfaces conmigo, que [no permitirás que] mi adversario cante victoria sobre mí. Yo, por mi candor, Tú me sostuviste y me alzaste [saludablemente] erguido ante Ti para siempre. Bendito sea Adonái, el Di-s de Israel, desde [la creación de] el mundo hasta [las generaciones de] el Mundo [Venidero]. ¡Amén y Amén!
Adonái lo fortalecerá en el lecho de enfermedad; todas sus dolencias se conmutarán [para bien] durante su enfermedad. En cuanto a mí, dije: "¡Adonái, apiádate de mí! ¡Cura mi alma, pese a que pequé contra Ti!" Mis adversarios hablan mal de mí; [dicen:] "¿Cuándo morirá, y su nombre perecerá?" Si [uno de ellos] viene a verme, habla [conmigo] hipocresía. En su corazón reúne información maliciosa; al salir, ¡entonces habla [de mí]! Todos mis enemigos murmuran en conjunto acerca de mí, en mi contra maquinan hacerme daño. [Dicen:] "¡El resultado de su malicia se derrama en su interior! Una vez que cayó enfermo, ¡que no se levante más!" Incluso mi aliado en quien confié, que come mi pan, hizo abundar en mi contra a los acechadores. Mas Tú, Adonái, ¡apiádate de mí y álzame [de mi enfermedad]! Entonces les retribuiré [su merecido a mis enemigos]. Con esto sabré que Te satisfaces conmigo, que [no permitirás que] mi adversario cante victoria sobre mí. Yo, por mi candor, Tú me sostuviste y me alzaste [saludablemente] erguido ante Ti para siempre. Bendito sea Adonái, el Di-s de Israel, desde [la creación de] el mundo hasta [las generaciones de] el Mundo [Venidero]. ¡Amén y Amén!
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