GEDEON98
Tras nueve años transcurridos desde la muerte de quien dio sentido a la mentira que es la "identidad palestina" siguen las diferentes interpretaciones acerca de las causas de su muerte.
Por ahora la que más se ha aireado y difundido ha sido la tesis defendida por un grupo de investigadores suizos que realizó análisis de muestras de su cadáver y que sorpresivamente apuntó la posibilidad de su muerte por envenenamiento con polonio, sistema muy de moda desde que fue empleado contra el disidente ruso Alexandr Litvinenko.
Y remarco la palabra sorpresivamente ya que durante su larga agonía no se pudieron observar todos aquellos síntomas que deberían haber acompañado a un envenenamiento de ese tipo, en especial la caida del cabello. El "señor" Arafat murió luciendo una espléndida cabellera.
Mucho más sorpresivo es el desmedido interés suscitado tras todos estos años por averiguar las causas de su muerte, sobre todo por la absoluta negativa mostrada en su momento por sus correligionarios cercanos a que le fuese realizada ningún tipo de autopsia y por la orden de que fuesen destruidas todas aquellas muestras biológicas de que se disponían de su persona.
Pero lo importante de todo este embrollo es que sólo se ha dado bombo y platillo a los resultados obtenidos por el equipo suizo, pasándose de puntillas sobre los obtenidos por otros dos equipos, uno ruso y otro francés, que declaran sencillamente que no es posible asegurar que un envenenamiento radiactivo fuese la causa de la defunción del lider terrorista (¡Y Premio Nobel de la Paz...!)
Resulta curioso que justamente los resultados de dos equipos pertenecientes a países que disponen de una avanzada industria nuclear sean ignorados. Parece ser que existe un oscuro interés en dar mucha mayor credibilidad a los obtenidos por un aislado equipo perteneciente a un hermoso país famoso por sus chocolates, sus bancos y sus relojes... y por Heidi.
Sé que los investigadores suizos quedan eximidos de toda sospecha de connivencia con elementos palestinos. Porque como analista químico (mi profesión) sé lo difícil que resulta en ocasiones realizar pruebas de identificaciòn sin interferencias provinientes de insospechadas fuentes. Incluso a nivel forense existen casos de sorprendentes errores analíticos, cuyo máximo exponente es la identificación de restos de esperma en las ropas de una niña asesinada en Galicia pertenecientes a un indivíduo que se encontraba en los momentos del crimen a 500 kms de distancia.
Además, me gustan los suizos también por sus relojes; no en vano llevo en mi muñeca un espléndido y fiable Tissot, mi marca preferida.
Pero en este caso, queridos amigos, debo decirles que es muy posible que hayan metido la pata hasta el fondo al airear la posibilidad remota, inverosímil y refutada por dos grupo de colegas de que un criminal haya sido envenenado con polonio 210.
Lo malo es que su error causará muchas víctimas inocentes de cuya sangre ustedes serán en gran parte responsables. Porque sin su mentira no habría excusa para asesinar. Son condición necesaria para ello.
Al final tenemos tres versiones. Una que afirma y dos que desmienten... ¿Cómo es que hoy todo el mundo sólo conoce la errónea? Amigos... la parcialidad informativa de unos medios de comunicación que de manera consciente y dolosa dan las informaciones que la masa ignorante desea escuchar y leer, en lugar de informar con imparcialidad y veracidad.
Esa estupidez y esa cretinidad son el caldo de cultivo que llevará a nuestra hermosa civilización occidental al caos y la destrucción. Ellos y un cretino llamado Obama, musulmán, antisemita, tonto y por características fisionómicas presidente de la otrora mayor potencia mundial, Estados Unidos.
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