Mandela siempre consideró a Castro y
a Arafat sus hermanos amados de lucha.La
masacre de granjeros blancos se olvida
totalmente para convertir su figura en un icono.
Si se debe de juzgar su obra por lo que deja tras sí su obra no merece ninguna alabanza. Sin hablar de la desquiciada adoración que recibe su imagen por todo el espectro político.Africa del sur es hoy la capital del crimen , un país donde se viola a una mujer cada 30 segundos, frecuentemente por enfermos de Sida que permanecen impunes y donde los Blancos son cualquier cosa, menos ciudadanos de un país democrático que respetase los principios de igualdad y libertad.
El Africa del sur liberada es uno de esos épicos burdeles que la Izquierda ha creado , y que pronto ha olvidado.
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