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"A mis queridos hermanos y amigos que viven en las montañas de Judea y Samaria:
La situación que enfrentamos en la actualidad nos exige la valentía de re-evaluar todo lo que hemos creído hasta ahora. La cuestión que tenemos ante nosotros ya no es sólo el problema fundamental de Jilul HaShem (profanación del nombre de Dios) y la humillación judía; es más, ahora es una simple cuestión de seguridad que involucra a todos y cada uno de nosotros.
Al vivir en las montañas de Judea y Samaria, somos verdaderamente afortunados en el hecho de constituir una comunidad que, para la inmensa mayoría, teme a su Dios, ama a su país sin descanso, y se prepara para el auto-sacrificio. En este tiempo de incesante lucha, violencia y una guerra declarada, esta fe nos da una ventaja insuperable sobre aquellos que viven en las zonas supuestamente más seguras.
La capitulación de la Tumba de José - (!) En Shabat T'shuva, el sábado de la Penitencia - nos impactó a todos en lo más profundo de nuestras almas. Pero, a decir verdad, muy pocos o ninguno de nosotros se sorprendió mucho, sobre todo después de que las IDF dieron las más amplias posibles pistas de sus intenciones sólo unos pocos días antes.
La situación actual es difícil y compleja. Por un lado, estamos totalmente preparados - física, emocional y espiritualmente - para mantener el control judío sobre la patria judía, tal vez más preparados que cualquier otro sector en la sociedad israelí. Por otro lado, el ejército israelí se está exponiendo - con toda la buena voluntad - como un cuerpo confuso, carece de sentido y de ideología y, sobre todo, sin fe en Dios.
Además, todos los días somos testigos de judíos que se levantan espontáneamente en todo el país, el sentido claro de ello es que están enfermos del actual gobierno y la situación que se ha forjado, y que anhelan un líder decidido que dirija el Estado a lo largo de un verdadero camino judío. Junto con ello, las acciones simples de judíos individuales de todos los asentamientos (como el bloqueo de carreteras a los vehículos de árabes) tienen más éxito en causar temor a los árabes que las FDI, con todas sus APC, jeeps, chalecos antibalas, patrullajes intrascendentes, y desconcertados comandantes. Y a la luz de todos estos hechos y sus consecuencias, nosotros los habitantes estamos decididos a permanecer, nos negamos a rendir la tenencia de nuestra tierra, y aun nos negamos a aceptar la humillación permanente de la Nación de Israel y la profanación del Nombre de Dios.
Mi sugerencia es la siguiente: En base a los hechos que he mencionado anteriormente, todos los asentamientos en la montaña-cordillera que corre de norte a sur a lo largo de Judea y Samaria deben unirse entre sí, formando un solo liderazgo. Esto inmediatamente transmitirá un mensaje inequívoco a las IDF. “Del mismo modo que ustedes abandonaron la Tumba de José en Siquem - así, también, por favor déjennos solos. Abandonen toda la montaña en que vivimos". Esto debe ser declarado cortésmente, con calma y racionalmente. "Claramente, ustedes no quieren estar aquí. Es obvio que no entienden lo que está haciendo aquí. No tienen objetivos generales, más allá del objetivo idiota de "mantener el orden". No hay propósito en absoluto, en estas circunstancias, que los obliguen a permanecer aquí. Los que vivimos aquí estamos listos y dispuestos a asumir la plena responsabilidad de esta área sobre nosotros mismos. Sólo permítannos esta responsabilidad. Como todos sabemos, el gobierno tiene la firme intención, en cualquier caso a abandonar casi toda esta región a los árabes, si tan sólo Arafat se digne a aceptar sus propuestas. Así que por favor, entréguennos esta tierra a nosotros. Por la gracia de Dios, aquí en estas montañas que tenemos una juventud maravillosa y personal militar altamente capacitado cuya moral es alta, los cuales estarán encantados de aceptar esta responsabilidad sobre sí mismos. En última instancia, ellos cumplirán sus deberes con entusiasmo y, lo que es más importante, con la fe en el Dios que nos dio esta tierra. Sólo déjennos las armas (e incluso si no lo hacen, tendremos éxito de todas maneras...), y HaShem será nuestra fuerza ".
Sin la menor duda, los habitantes árabes se aterrorizaran simplemente al escuchar esta noticia: la autoridad aquí ya no continuará con el Ejército, el cual ha sido un saco de golpes durante tanto tiempo para los vándalos árabes. En su lugar, esos "colonos monstruosos" (y, gracias a Dios, los medios de comunicación árabes nos presentan como la encarnación del diablo, si no peor), ahora se harán cargo.
Sin la más mínima sombra de duda, tal paso aclararía las cosas aquí. Habrá un completo cambio de actitud: esta noticia, por primera vez en muchos años, atraerá a los jóvenes en sus cientos - por lo menos! - Que vendrían aquí para ayudar. Por fin habrá un yishuv ha-aretz verdadero (asentamiento de la Tierra de Israel) y el principio de la soberanía judía sobre la Tierra de Israel. Esto pondrá fin a la búsqueda confusa y tartamuda manera de buscar maneras de entregar la tierra a los enemigos de Dios, las cuales ha sido los mayores obstáculos para la mitzvá que aquí estamos cumpliendo con nuestro propio ser. ¿Podemos siquiera comenzar a imaginar la inspiración que esta noticia daría a tantos judíos, tanto "seculares" como "religiosos", en Israel y en el extranjero? Ha transcurrido mucho tiempo desde que hemos experimentado esa profunda y agitadora sensación de orgullo nacional judío.
¡Esto es verdaderamente revolucionario! Pero es mucho menos revolucionaria que los cambios que se han forjado en la realidad de Israel en las últimas semanas, y no tenemos nada que perder. Incluso si el ejército israelí no acepta esta propuesta - como se puede esperar, al menos en la etapa inicial - entonces, al menos, el mando militar y el gobierno se darán cuenta de que hay una fuerza adicional seria sobre el terreno, un fuerza que ignoran a su propio riesgo.
Además, por razones de su propia seguridad, el ejército tendrá que demostrar que puede proteger a los civiles y, en consecuencia, va a actuar más decididamente - por lo menos, hasta donde es capaz dentro de las limitaciones impuestas por el temor de los gentiles y de la Izquierda que los zarandea.
Nada de esto implica nuestra separación de la sociedad. Por el contrario, vamos a seguir siendo parte de la sociedad israelí, dispuestos a re-unirnos en cualquier momento, mediante acuerdo, a ese estado que, hasta ahora, se negó durante 33 años a anexarnos. Hablamos aquí no de separación, sino de la soberanía judía adicional sobre una parte de la Tierra de Israel, que ha pasado mucho tiempo abandonada. Actuamos por el bien de la Nación de Israel, por el bien del Estado de Israel, en aras de la seguridad de nuestras familias. Sobre todo, actuamos por el bien de Kidush HaShem, la santificación del Nombre de Dios, y la erradicación de la profanación hasta que llegue la hora de la redención final. "
Con profunda preocupación y Ahavat Israel,
Binyamin Kahane
by ERETZ YISRA'EL
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