Se trata de un sustituto , fabricado en Rusia, destinado al mercado en principio ruso y fabricado bajo la estricta supervisión del Rabinato Ortodoxo de Saint Petersbourg.
Su textura y sabor son idénticas al caviar auténtico, pero en este caso lo podemos consumir sin que esté prohibido por la Halajá pues se emplean productos aptos para realizarlo.
¿Su precio? Es mucho menos caro que el caviar tradicional .
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