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martes, 27 de mayo de 2014

LAMENTABLE. COMO SIEMPRE, ESPAÑA.


Tras las elecciones del pasado domingo, surgió la nueva figura política en España. Pablo Iglesias, con su formacion PODEMOS.



Una formación con un programa basado en ideas que se podrían hacer en un país saneado económicamente  (que lamentablemente no es Españ) y en la promesa de un idílico futuro en el que todo ciudadano tiene derecho a una renta básica (a cargo del Estado, por supuesto) y a una pensión incluso no contributiva de cuantía equivalente al salario mínimo interprofesional. Por supuesto, con cargo al Estado... porque evidentemente no creo que cometan la locura de cargarlas al sistema de pensiones... eso sería condenarlo a su desaparición a cortísimo plazo.

Lo he estado leyendo detenidamente. Hasta que he llegado al punto crítico que sabía que iba a encontrar, dada la fuente de la que principalmente mana su fuerza política: el mundo estudiantil y universitario.

¿Y cual es ese punto crítico...? Lamentablemente, el siguiente: "Reconocimiento del Estado Palestino y exigencia de la devolución íntegra de los territorios ocupados por Israel".

Lamentablemente, malos tiempos se vislumbran. España se encamina hacia un futuro en el que la figura de un nuevo líder de masas moverá sus destinos en una sola dirección. Esperemos que sea la correcta. Aunque lamentablemente lo dudo... 

Y no es porque yo defienda el actual sistema imperante, en absoluto... o ataco, critico y propondría mil soluciones para resolver esta situación tan injusta. En muchos de los planteamientos y soluciones podría coincidir con el programa de esta formación. Pero no... divergemos en puntos muy concretos, principalmente los siguientes:

- Los sistemas en los que la figura de un Estado que lo paga todo han fracasado estrepitosamente.

- Yo no reconoceré jamás derechos a quienes emplean el terror y la barbarie contra el pueblo de Israel. Y ellos sí que se los reconocen, en detrimento de la seguridad y de la paz en Israel.

Aún quedan otras opciones políticas más serias. Pero España, como siempre, detrás del flautista más guapo.

Aunque para ser sinceros... es que algunos de los otros eran sencillamente basura.

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