Sarah amaba a todos los animales y pasó mucho tiempo haciendo todo lo que podía para ayudarlos. Justo unos meses antes de su muerte, Sarah celebró su cumpleaños pidiendo que todos los regalos de cumpleaños fueran donaciones para la protectora de Baltimore (EEUU), una solicitud de lo más inusual para una niña de tan sólo cinco años de edad. El perro de Sarah, Scooter, había sido adoptado en la protectora de Baltimore antes de que Sarah naciera. Sarah sabía que tenía un hogar lleno de amor y cálido, y creía que los animales sin hogar se merecen la misma vida.
Después de su repentina muerte, los padres de Sarah sabían que ella no querría que la gente se olvidara de los animales sin hogar que no pueden hablar por sí mismos. Así que decidieron crear la “Sarah Jayne Orton Memorial Foundation” en memoria de la vida de Sarah para cuidar de los animales que hay en la protectora de Baltimore.
La tía de Sarah, Nicole Mathews, describe a su sobrina como una niña preciosa que tenía como color favorito el color del arco iris.
“A todos nos consuela saber que Sarah esta ahora con sus queridos animales domésticos en el puente del arco iris mirando hacia abajo y sonriendo mientras ve que su legado todavía sigue vivo”.
La protectora de Baltimore levantó una placa en honor a Sarah.
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