El Gobierno de Israel ha cedido ante una de las principales exigencias de la Autoridad Palestina para reanudar las negociaciones de paz, y se ha comprometido a liberar una cantidad aún indeterminada de presos palestinos, según reconoció este domingo Yuval Steinitz, ministro de Asuntos Estratégicos en el ejecutivo de Benjamín Netanyahu.
A instancias del secretario de Estado norteamericano, John Kerry, la semana entrante se reanudarán en Washington las conversaciones directas entre israelíes y palestinos, que quedaron congeladas a finales de 2010. A Israel le representará la ministra de Justicia, Tzipi Livni, y a la Autoridad Palestina, el negociador Saeb Erekat.
“Se liberará a algunos prisioneros”, dijo este domingo Steinitz, político muy cercano a Netanyahu. “No quiero dar números pero habrá prisioneros de gran peso que han estado en la cárcel por decenas de años”, añadió, en declaraciones a Israel Radio.
Entre las principales demandas de los palestinos para volver a la mesa de negociaciones se encuentra la excarcelación de 350 presos, más de un centenar de los cuales se halla en prisión desde antes de los acuerdos de Oslo, de 1993, que sentaron las bases para el proceso negociador a lo largo de los años posteriores. Hay en las cárceles israelíes 4.979 presos palestinos, según un recuento de junio de la organización Addameer.
"Considero que la reanudación del proceso diplomático en este momento es vital para el Estado de Israel", dijo Netanyahu en un comunicado emitido esta noche, en sus primeras declaraciones sobre la reanudación del diálogo tras el anuncio de Kerry. El primer ministro afirmó que las negociaciones, de tener éxito, le permitirán a Israel "evitar la creación de un Estado binacional entre el mar Mediterráneo y el río Jordán, que podría poner en peligro el futuro del Estado judío, y evitar el establecimiento de un Estado terrorista patrocinado por Irán dentro de las fronteras de Israel".
Según dijeron este sábado fuentes oficiales palestinas bajo condición de anonimato, Kerry ofreció a ambas partes un nuevo sistema de negociaciones. La Casa Blanca emitirá una declaración oficial que establecerá una base de negociación no vinculante sobre las fronteras de un futuro Estado palestino; sobre la construcción de asentamientos de colonos en Cisjordania y Jerusalén este, y sobre el derecho de Israel a existir y defenderse. Cada parte podrá negociar aceptando o rechazando los puntos en esa declaración. Eso ofrece a los líderes políticos israelíes y palestinos la capacidad de acudir a negociar aún a pesar de oposiciones internas, sin grandes compromisos previos.
Existe, de hecho, mucha oposición en ambas partes. El presidente palestino, Mahmud Abbas, no logró convencer el jueves al comité ejecutivo de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) de que le diera el visto bueno para negociar. Ese organismo se reúne de nuevo el lunes. Por su parte, el grupo islamista Hamás, que controla la franja de Gaza y ganó las elecciones legislativas palestinas de 2006, criticó este domingo duramente la reanudación del proceso. Su portavoz, Fawzi Barhoum, la calificó de “postración ante las extorsiones de EE UU”.
La OLP exige que, para reanudar el proceso de paz, Netanyahu de garantías de que la base negociadora será la consecución de un Estado palestino de acuerdo con las fronteras de 1967. Unos 500.000 colonos judíos viven en asentamientos en Cisjordania y Jerusalén este. En el pasado, Abbas ha dado indicaciones de que aceptaría un intercambio de territorios de acuerdo con esas fronteras: Israel podría quedarse los grandes bloques de asentamientos y la Autoridad Palestina obtendría unos terrenos similares en otros lugares, como compensación.
El ministro israelí Steinitz dijo este domingo, sin embargo, que su Gobierno no se ha comprometido a aceptar unas fronteras como base negociadora. “No existen opciones de que aceptemos reanudar ningunas negociaciones que partan de la base de definir fronteras territoriales u otras concesiones por parte de Israel, incluida una moratoria en la construcción de asentamientos”, dijo.
En 2010, la Casa Blanca logró que Netanyahu declarase una moratoria de 10 meses sobre la construcción de nuevas viviendas en asentamientos en Cisjordania. Las reticencias palestinas hicieron que finalmente no se negociara más de 16 horas, en reuniones en Egipto y EE UU. Israel dejó que la moratoria expirara y el proceso de paz quedó en punto muerto. Desde que tomara posesión de su cargo en febrero, Kerry ha visitado la zona en seis ocasiones, buscando un acuerdo de mínimos para salvar el proceso de paz.
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