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martes, 2 de julio de 2013

A UN PASO DE... ¿DE QUÉ?



La situación de Egipto en estos momentos es muy crítica. La entrada en escena del ejército supone un desequilibrio de la balanza inequívocamente a favor de las protestas.

Egipto, como reza mi título, está a un paso. A un paso de poder hacer un quiebro y reconducir la normalidad democrática que debiera haberse mantenido tras el triunfo de Mursi, pero que su especial querencia a islamizar un país avanzado socialmente ha condenado al fracaso. Pero también a un paso de una guerra civil que sin duda procurarán desatar los elementos más próximos al actual presidente, y que será alimentada y financiada por los regímenes terroristas existentes hoy en el escenario árabe, en especial y por supuesto, Irán.

El mundo no debe hacer paralelismos con lo sucedido hace cuarenta años en el Palacio de la Moneda, en Santiago de Chile, donde un presidente democrático fue asesinado vilmente por un ejército que se sublevó. Ejército que contó con el pánico imperante en esos años a la internacionalización en el cono sur americano de la experiencia revolucionaria cubana para conseguir el apoyo y reconocimiento de los grandes directores de la geopolítica mundial, en especial Estados Unidos y el Reino Unido.

Mursi no tiene nada que ver con Salvador Allende. Éste buscaba instaurar un régimen social más justo para su pueblo. El presidente egipcio trata de colocar a sus peones y álfiles dentro del esquema de gobierno de su país, sometiéndolo gradualmente a una islamización que terminará con las ansias de progreso social que hasta hace poco existían en las ciudades más avanzadas socialmente del país de las pirámides.

Y los egipcios no quieren eso. Los egipcios tienen una visión muy clara sobre lo que es la vida en libertad. El pueblo egipcio está rompiendo con una sociedad medieval y caduca que durante siglos los ha mantenido en el desierto de las libertades sociales y sin opciones de mejoras a título personal. Hoy en día la sociedad egipcia tiene desde hace muchos decenios un espejo en el que mirarse, que es el turismo que les hizo ver hace ya mucho que fuera de su pobreza el mundo es muy diferente. Además, la paz firmada con Israel en su momento les liberó del esfuerzo preciso para mantener el desafío que otros países mantienen robando el bienestar a su pueblo. Y pese a que durante años se ha hablado de la "dictadura Mubarak", el tiempo hara ver que ese dictador era un hombre que adoptó por necesidad ese papel. Porque sus enemigos no eran su pueblo, sino estos islamistas que están poniendo contra las cuerdas a todos esos millones de personas que creen que un futuro en libertad es posible.

Dice el ejército que entre sus primeras acciones estará la de suspender una constitución que fue aprobada en falso y contra el pueblo. Y luego, convocarán elecciones para que el pueblo elija un nuevo gobierno que esta vez sí que sepa redirigir los pasos de una sociedad que quiere caminar hacia el futuro pero a la cual le quieren atar los pies para mantenerlos en este lado de la Historia, en el lado oscuro y de la Sharia.

Aplaudo la reacción de un ejército que demuestra que está con su país y con su pueblo.

Ahora... ahora sólo falta esperar la reacción del sector medieval islámico al que le van a arrebatar un poder conseguido mediante el engaño y la traición. Es de esperar olas de atentados graves y posiblemente una guerra civil que servirá para que una sociedad decent alcance su libertad. Es el precio a pagar, injustamente, por el arraigo de la barbarie islamista en los sectores que aún quedan por modernizar. Pero, sin duda, al final ganarán la Razón y la Libertad.

¡¡Ánimo, Egipto...!!


GEDEÓN98

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