Cuenta Jabotinsky en el inicio de su autobiografía: "No recuerdo un solo día en el que mi madre no hubiese de luchar, de reforzarse y de remontar obstáculos . Años de enfermedad de mi padre, recuerdo fragmentos, pero son fragmentos de una epopeya ; no en el sentido, es verdad de sucesos excepcionales -son capítulos que se parecen a miles de capítulos de la historia de miles de mujeres , para las que la vida fué una empresa cotidiana heroica. Ella había nacido en la opulencia , había vivido en la opulencia , su marido era un jefe y casi un rey en su especialidad, y ella era su reina ; y de un golpe todo se vino abajo (...) Un día, yo le pregunté: "Nosotros, los judíos , restableceremos el reino? Ella me respondió: "Por supuesto, lo haremos pequeño tonto " Y no se lo volví a preguntar jamás,porque me bastó con esta respuesta...y yo detesto ,mucho, toda idea que enseña que un hombre vale más que su prójimo . Eso no es muestra de democracia ,es muestra de lo contrario..."
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