El lunes celebrará Túnez el inicio de la llamada PrimaveraArabe, aplaudida por Obama y los ignorantes y antisemitas medios de comunicación de Eurabia.
El presidente Moncef Marzouki dará la señal de inicio de las ceremonia izando la enseña nacional en la Kasbah tunecina. Los actos serán muy discretos.
Los conflictos sociales tunecinos producidos por el paro y la gigantesca miseria degeneran constantemente en violencias. El ejército está desplegado en Ben Guerdane tras una semana de choques entre los manifestantes y los policías.
El ministerio del interior dice estar “tomando todas las precauciones necesarias”,y se tiene miedo de posibles, y muy sangrientas, acciones de los grupos islamistas como la llamada falange Okba Ibn Nafaa y otras organizaciones.
Pero todo parece conducir al caos; no solamente la nefasta conducción económica de Túnez… el abogado y muy conocido lider de la oposición Chokri Belaid acaba de ser asesinado de dos balazos. Miles de tunecinos se encaminan hacia la capital y prometen vengar la muerte de una de las principales voces, ahora callada a tiros, que se alzaba contra el islamismo de Ennahda .
La primavera tunecina camina hacia el frío invierno, hacia el baño de sangre. Como en Egipto,donde el presidente Morsi, productor de una catástrofe gigantesca económica en Egipto, fue despedido por Merkel que rechazó su petición de ayudas económicas hace pocos días y que ahora, en su caída veloz hacia el abismo, busca posibles auxilios de sus enemigos históricos religiosos (lease Irán).
El Islam, repetimos lo que venimos diciendo, está en una encrucijada: o muere a consecuencia de su inadaptación a nuestros tiempos, o toma el tren que perdió en el Renacimiento y se mueve con otros principios.
FUENTE: Esther, Jana & Ergas.
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